"Competir viene de las raíces latinas com (juntos) y petere (buscar), por lo que su significado original, buscar juntos, estaría más cercano a lo que hoy llamamos cooperar. Se dice que competir nos motiva, pero la cooperación nos motiva, además, emocionalmente. Con la fuerza incomparable que ello tiene."
La palabra "proletario" viene también de Roma, los que eran tan pobres que no tenían más que sus vástagos, su prole, a los cuales ponían al servicio del ejército romano, al servicio del imperio.
"Robot" es un término que proviene del vocablo checo "robota", que significa servidumbre o trabajo esclavizador. Fue usado por primera vez por el dramaturgo checoslovaco Karel Capek (1890-1938) en su obra de teatro Rossum´s Universal Robots (RUR), en 1920. El protagonista, Harry Domin, crea una empresa en una isla perdida en medio del océano dedicada a la fabricación de criaturas mecánicas a imagen y semejanza de los seres humanos para utilizarlas como mano de obra barata. La aventura empresarial marcha a la perfección hasta que el doctor Gall, jefe de Departamento de Psicología de Robots Universales Rossum, les confiere alma. A partir de este momento, los androides se rebelan contra sus creadores y declaran la guerra a la humanidad.
Jorge Moruno, sociólogo.
No mueres por estar enfermo, mueres por estar vivo...
"El término consumo, en su forma original, significaba destruir, saquear, someter, acabar o terminar. Es una palabra forjada a partir de un concepto de violencia y, hasta el S.XX tenía tan solo connotaciones negativas. A finales de los años 20 del pasado siglo se empleaba para referirse a la peor de las epidemias del momento: la tuberculosis.
La metamorfosis del concepto de consumo desde el vicio hasta la virtud es uno de los fenómenos más importantes observados durante el transcurso del S.XX.
El hecho de que los trabajadores, allá por 1920 en EEUU, prefiriesen cambiar horas adicionales de trabajo por horas adicionales de ocio se convirtió en una gran preocupación para los "capitalistas" u "hombres de negocio" cuyos inventarios de bienes se hacinaban rápidamente en sus plantas de fabricación y en sus almacenes por toda la nación.
La comunidad empresarial empezó a buscar de forma desesperada nuevas maneras para reorientar la psicología de aquellos que todavía disponían de capital llevándolos a lo que Edward Cowdrick, consultor en relaciones industriales de aquella época, definió como "el nuevo evangelio económico del consumo" - octubre de 1927."
Somos o no somos Robots???
Si no posponemos la satisfacción de nuestros deseos (y estamos condicionados para desear sólo aquello que podemos obtener), no tendremos conflictos ni dudas, no habrá que tomar decisiones, nunca nos encontraremos solos con nosotros mismos, pues estamos siempre ocupados, ya sea trabajando o divirtiéndonos. No necesitamos tener conciencia de nosotros mismos como tal, pues la tarea de consumir nos absorbe constantemente. Somos un sistema de deseos y satisfacciones; debemos trabajar para satisfacer nuestros deseos y estos mismos deseos son constantemente estimulados y dirigidos por la maquinaria económica.
Una persona que funcione como una máquina, en donde su razón se deteriora a la vez que crece su inteligencia, dando así lugar a la peligrosa situación de proporcionar a esa persona la fuerza material más poderosa sin la sabiduría para emplearla.
Es esta la libertad hacia la que nos conducimos???
A pesar de el aumento de la producción y el confort, perdemos cada vez más el sentido de ser nosotros mismos, tenemos la sensación de que nuestra vida carece de sentido, aunque muchas veces sea inconsciente. Antes, el peligro era convertirnos en esclavos, El peligro del futuro es que nos estamos convirtiendo en robots, pero los robots no se rebelan y dada la naturaleza del hombre, no podremos vivir y mantenernos cuerdos, buscaremos destruir el mundo y destruirnos a nosotros mismos, pues ya no seremos capaces de soportar el tedio de una vida falta de sentido.
Según Gary F. Marcus, doctor en ciencias cognitivas del MIT, el cerebro humano es apaño evolutivo, un Kluge. Ha ido evolucionando desde formas de organización más simples y adaptándose a las circunstancias ambientales de cada época. Somos producto de las circunstancias históricas que nos preceden. La sociedad ha ido colocando parches, como si de un cerebro se tratara, para mejorar su funcionamiento, construyendo sobre lo que funciona, o sobre lo que creen los que "deciden" que funciona.
“Cuando los hechos cambian, nos enseño hace casi un siglo John Maynard Keynes, yo cambio de opinión. ¿Qué hace usted?”
En un mundo feliz de Aldoux Huxley se describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se organiza en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, este mundo ha sacrificado valores humanos esenciales, sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje.
Necesitamos una visión de conjunto del mundo, a lo largo de las historia, los especialistas, sabios en su campo, desechaban otras ideas revolucionarias por ignorancia. ..
Darwin, por ejemplo, tocó muchas ramas del saber: empezó estudiando medicina en Edimburgo y en su segundo año se juntó con varios naturalistas (Coldstream, Hardie), pero solo uno de ellos le influyó enormemente: el doctor Robert Edmond Grant, quien le descubrió a Lamarck; leyó a Malthus y su ensayo sobre el principio de la población, aprendió Botánica con Henslow y entomología con Hope; se llevó a su viaje en el Beagle los 3 libros del teólogo y filósofo cristiano Paley y su diseño inteligente, luego refutado por su teoría de la evolución; aprendió geología con Sedgwick y luego se formó leyendo a Lyell.
...el futuro es demasiado importante para dejarlo en manos de los especialistas, los cuales suelen pensar de manera reduccionista y como resultado, muchas veces, prefieren creer en un disparate pequeño, hecho a la medida de sus necesidades.
"Para construir el futuro necesitamos un panorama completo (dejar de ser robots de un engranaje) aunque sea provisorio. También necesitamos someterlo a revisiones periódicas tal como exige el método científico. Las sociedades experimentan y se equivocan mucho antes de conseguir los grandes cambios sociales.
La historia posee leyes, pero también posee saltos. Podemos tener una idea aproximada acerca de qué ocurrirá en el salto. Pero el salto no está determinado por lo previo, posee elementos nuevos, creadores, imprevisibles, no determinísticos, donde participa la acción humana.
La historia humana ocurre una única vez. Vivimos el presente una única vez. En el presente están todos los elementos para que ocurra el salto, pero no hay leyes. Solamente podemos interpretar el cambio una vez que el salto ocurrió. A la luz del presente, el pasado siempre nos parece determinístico e inevitable.
Avanzaron a golpes entre tinieblas; luego de triunfar, el camino parece evidente y único.
Libro: El fin del trabajo - Jeremy Rifkin, 1994
Libro: La danza de Shiva - Juan Grompone, 2002