"En medio de este mar de angustia cuya marea crece en torno a ti, en medio de esa gente que muere de hambre... Tú no puedes permanecer neutral; vendrás y tomarás el partido de los oprimidos, porque sabes que lo bello y lo sublime -como tú mismo al hacerlo- está del lado de aquellos que luchan por la luz, por la humanidad bondadosa, por la justicia."
Piotr Kropotkin
Piotr Kropotkin
Reconoce la fuerza prodigiosa que te permite levantarte por las mañanas tras las derrotas, del polvo, para batirte de nuevo con el día a día...
“La gran mentira de nuestro tiempo es la que nos decimos a cada despertar: buenos días. Es una mentira pero hace falta decirla para seguir siendo humanos”
Erri De Luca
Erri De Luca
...que no te vendan verdades, que la verdad no existe,
la verdad y la razón son creaciones del hombre, para doler, para medir, para dominar.
Hay que luchar contra el silencio, la ignorancia y el poder.
No aceptes ser espectador.
Donde está el límite entre el soñador, el loco y el visionario???
Cualquiera de ellos actúa por amor, que es una cárcel interna invulnerable, lo hacen como si no pudiesen darse por vencidos.
Una de mis definiciones favoritas de locura es pensar que estarás bien cuando "otra persona" cambie.
'Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos./ Se murió aquel manchego, aquel estrafalario fantasma del desierto'
León Felipe
León Felipe
...
A TODOS ELLOS
A los que se quedaron dormidos en el nunca,
A los que tienen mucho miedo, y lloran por cualquier cosa,
Y se ocultan la cara de vergüenza.
A los tímidos, a los solos, a los raros,
A los que dudan y dudan y les llaman inmaduros, débiles.
A los que duermen en la fría cama del psiquiátrico,
A las madres que cogen la mano de su hijo ingresado.
Os digo que no nos vendan verdades, que la verdad no existe,
La verdad y la razón son creaciones del hombre, para doler para medir.
Hay que luchar contra el silencio, y la ignorancia,
Somos personas, no somos enfermos.
¿Quién tiene la verdad absoluta, la realidad absoluta?
…Que la muestre, que la enseñe si puede…
¡Es mentira, mentira, no existe!
A los que llevan cicatrices de haberse rajado las venas,
A los que consiguieron no rajárselas,
A los que les paraliza la angustia,
Les paraliza para ser, amar, soñar.
A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles.
No escuchéis la voz de los que viven solo para afirmar, controlar,
O los que saben a donde van, donde están, quienes son,os que sueñan sus verdades y se las niegan,
Los que llevan la frente alta y no les tiembla la voz.
A los que la ansiedad- la sociedad les hace fumar dos paquetes diarios.
A los que no son sociables, ni aptos, ni lucidos,
Ni extrovertidos, ni empáticos, ni asertivos, ni normales.
A los que nunca superaran un test psicotécnico,
A los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacio.
A los que ahora están atados a una cama y no nos oyen,
A los psiquiatras que abrazan a sus pacientes
Y pidieron alguna vez consejo al que llamaron esquizofrénicos.
A los que tenemos certificado de disminución
Y leemos a Lorca y a Nietzsche y lo que haga falta.
A los que no soprtaron el túnel y se fueron para siempre,
A los que atravesamos cada dia el túnel agarrados a las paredes negras,
A todos los que saben o quieren escucharnos,
Y no se fian solo de los manuales, libros, tesis, estudios y estadísticas.
A los psicólogos que dan besos.
A los que hemos pasado ya el infierno y el cielo y no queremos volver nunca allí.
A los que roban dolor y devuelven en sonrisas, dice Sabina.
Y sobre todo, a todas esas pupilas dilatadas de tanta química que
Miran aturdidas y absortas pero tienen luz mas hermosas:
“Que no existe locura sino gente que sueña despierta”
Princesa Inca (Cristina Martín)
...
“-No debí tardar mucho en llegar al suelo -dijo-. Tal vez un segundo o dos, tres como máximo. Pero recuerdo claramente haber tenido más de un pensamiento durante ese tiempo. Primero vino el horror, el momento del reconocimiento, el instante en que comprendí que estaba cayendo. Uno creería que eso habría sido todo, que no habría tiempo de pensar en nada más. Pero el horror no duró. No, eso es falso, el horror continuó, pero hubo otro pensamiento que creció dentro de mí, algo más fuerte que el simple horror. Es difícil darle un nombre. Un sentimiento de absoluta certeza, quizá. Una intensa y abrumadora sensación de convicción, un sabor a la verdad última. Nunca había estado tan seguro de nada en mi vida. Primero me di cuenta de que caía, luego me di cuenta de que estaba muerto. No quiero decir que tenía la sensación de que iba a morir, quiero decir que ya estaba muerto. Era un hombre muerto que caía por el aire, y aunque técnicamente aún estaba vivo, yo estaba muerto, tan muerto como un hombre enterrado en su tumba. No sé de qué manera expresarlo. Mientras caía, ya estaba más allá del momento de llegar al suelo, más allá del momento del impacto, más allá del momento de hacerme pedazos. Me había convertido en un cadáver y cuando choqué contra la cuerda de la ropa y aterricé sobre esas toallas y mantas, ya no estaba allí. Había abandonado mi cuerpo y durante una fracción de segundo me vi desaparecer.”