“Temes a la imaginación. Y a los sueños más aún. Temes a la responsabilidad que puede derivarse de ellos. Pero no puedes evitar dormir. Y si duermes, sueñas. Cuando estás despierto, puedes refrenar, más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos.”
Kafka en la orilla - Haruki Murakami
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...y lee.
Cuando en la noche suspire por ti,
habrás olvidado mi nombre.
Cuando en mis sueños por primera vez aparezcas,
ya no sabrás quien soy.
Cuando yo recuerde nuestro primer beso,
habrás deshauciado nuestro amor.
Siempre me quedará el recuerdo,
al igual que a ti el olvido.
Ese recuerdo de haberte amado
sin reservas durante un instante,
que siempre me parecerá eterno,
aunque quizás fuera todo un sueño,
y por eso mis recuerdos y los tuyos,
en nada se parecen.
Yo recuerdo haberte besado,
haberte abrazado, haberte amado,
tú ni siquiera sabes quien soy.
Alguna vez este sueño que tengo,
en realidad se convertirá en …
...y ahí,
...y ahí,
en ese preciso momento,
lograré recordar lo que fue,
lograré recordar lo que fue,
lo que pudo haber sido,
o lo que alguna vez será.
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