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martes, 27 de noviembre de 2012

Psicología Positiva... Tú eres tu felicidad...

"Aquella tarde de mediados de otoño, me asomé a la puerta y me llamaron la atención, aquellas bolitas blancas que caían del cielo, tiñendo de blanco las farolas tenuemente iluminadas, frente a mi tienda. Al contemplar aquel color tan bello, un sentimiento de alegría se encendió de pronto en mi pecho. Al cabo de unos instantes, sonreí y comprendí que la felicidad no estaba en aquellas bolitas que todo lo teñían de un magnífico color blanco, sino que se albergaba en mi interior, en mi modo de percibir y valorar la belleza. Y sentí un profundo agradecimiento por todos los seres y todas las circunstancias de mi vida que, de un modo u otro, me habían ayudado a cultivar la capacidad de apreciar lo bello y disfrutar de un paisaje."


El bienestar o la felicidad no depende tanto de las cosas externas, sino de como las percibimos, nuestra experiencia subjetiva es la que valora que algo o alguien nos hace feliz. Es preciso desarrollar capacidades y fortalezas personales, que nos ayudarán a disfrutar de las cosas y a alcanzar equilibrio y satisfacción en nuestra vida.

Felicidad es -según Sonja Lyubomirsky (2008: 48)- la experiencia de alegría, satisfacción o bienestar positivo, combinada con la sensación de que nuestra vida es buena, tiene sentido y vale la pena.

...y puede ser entendida como una experiencia puntual o como una sensación permanente de fondo que impregna nuestra existencia.

"La característica principal de la felicidad es la paz interior..." 
(Dalai Lama, 2000)


"No es posible, asimismo, controlar los fenómenos externos. Pero si se controla la propia mente, queda algo mas por controlar?"
(Shantideva, S. VIII)

El budismo es una de las mayores fuentes de sabiduría, ya que a lo largo de milenios, ha intentado identificar las causas que provocan el sufrimiento humano y desarrollar las condiciones y las fortalezas que nos permitan alcanzar la felicidad.

"Una cuestión esencial es como los valores y metas de una persona median entre las circunstancias externas y la calidad de la experiencia. Estas investigaciones prometen aproximar a los psicólogos a comprender la visión de los filósofos de la antigüedad tales como Demócrito o Epicteto, que argumentaban que no es lo que sucede a las personas lo que determina su nivel de felicidad, sino como interpretan lo que sucede."
(Seligman y Csikszentmihalyi, 2000)

Nuestra interpretación de la realidad es la que determina lo que sucede, por eso, en un mismo suceso, personas distintas han vivido experiencias distintas, a pesar de haber presenciado la misma realidad. Por ello un pesimista verá un vaso medio vacío y un optimista un vaso medio lleno. Nuestro estado de ánimo, nuestras emociones, nuestras creencias, nuestras pertenencias (tanto materiales, individuales o grupales)...son las que, en definitiva, acaban por determinar lo que, a "nuestro juicio", ha sucedido.


"Cómo nos sentimos, la alegría de vivir, dependen en último término y directamente cómo la mente filtra e interpreta las experiencias cotidianas. Si somos o no felices depende de nuestra armonía interna y no del control que somos capaces de ejercer sobre las grandes fuerzas del universo."
(Csikszentmihalyi, 1990)


"Los profanos en estas cosas se sentirán sorprendidos al saber que en el campo de concentración había sentido del humor. El humor es una de las armas con las que el alma lucha por su supervivencia. Yo mismo entrené a un amigo que trabajaba a mi lado a inventarse cada día una historia divertida sobre algún incidente que pudiera suceder al día siguiente de nuestra liberación..."
Victor E. Frankl, El hombre en busca de sentido, 1946.

Descubrir la comicidad de situaciones estresantes y reírse también protege nuestro equilibrio emocional. El buen sentido del humor nos permite ver las contradicciones y las ironías de la vida, lo que a menudo disminuye la intensidad de las emociones negativas que provocan las desgracias.



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