Hace poco, ha comenzado su andanza, una nueva propuesta educacional, la pedagogía blanca, y dejo su FaceBook por si alguien se quiere informar; la cual defiende una crianza respetuosa con nuestros niños; una educación sin premios, sin castigos, sin miedos; en donde lo principal sea el respeto a nuestros hijos y a su desarrollo...
Pues es en este blog, en el que he leído una entrada, escrita por la psicóloga Olga Carmona, colaboradora de la pedagogía blanca, amiga y madre de una niña y un niño, en la cual se pueden despejar muchas dudas, sobre los típicos Tópicos, que sobreviven a lo largo de los años, en la educación de los más pequeños...
Voy a reproducir una parte de la entrada, dejando al final el enlace, por si a alguien, le puede interesar leer la entrada completa...
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“Los niños, están mejor en la guardería que en casa, porque en casa se aburren y en la guarde están con otros niños”...
Los niños no están mejor en la guardería en ningún caso porque las necesidades físicas y emocionales de un menor de tres años tienen que ser satisfechas por su cuidador habitual, preferiblemente su madre o padre, con quien el bebé establece un vínculo de apego y de confianza que como ya he apuntado determinará su evolución. Y hablo de una interacción uno a uno, no uno a diez. En la guardería no existe este tipo de relación.
“El mundo es así de duro, hay fuertes y hay débiles”: mejor que lo aprendan cuanto antes y formen parte de los fuertes.
Me niego a que mis hijos reproduzcan el patrón de lo que el mundo llama “los fuertes”. Me niego a que sean ellos los que primero insulten, los que compitan por llegar. Quiero que sean los fuertes emocionalmente, los fuertes en autoestima, los fuertes en capacidad de decisión y criterio, los fuertes para decir “no” a un raya de cocaína o un cigarro, los fuertes para buscar su camino, los fuertes en dotar a su vida de sentido. Por tanto, no me interesa que libren batallas que no les tocan, ni por edad, ni porque nada aportan más allá de perpetuar la basura social que nos impregna.
En cuanto a la competencia, no hay que ser psicólogo para saber que lo que a un niño de tres años le cuesta hacer un año, porque no es aún su momento y se le está imponiendo desde fuera, tardará una semana en hacerlo cuando sí esté preparado para ello. Antes no es mejor. Mucho no siempre en sinónimo de bueno.
“Cuando vayan al cole no van a saber hacer nada de lo que hacen los otros niños”.
“No van a saber relacionarse”.
El tema de aprender a relacionarse es el que más doctores tiene, proclamando su presuntamente armado discurso. Pues bien, los niños no tienen capacidad para relacionarse con un igual hasta al menos los cinco años. En grupo y antes de esa edad aprenderán a defenderse y a atacar. A quitar un juguete si lo quieren sin importarles que otro niño lo tenga y tratar de imponerles un mínimo sentido de la empatía cae en saco roto porque sencillamente su sistema neurocognitivo no está listo para ello. Basta observar la dinámica de una ludoteca o guardería con niños pequeños: cada uno está a lo suyo, apenas existe interacción y cuando la hay suele ser bastante psicopática. El aprendizaje relacional es en casa, los mimbres de esta cesta los ponen los padres, con su ejemplo, con su palabra, con su cuidado, con su paciencia, ofreciendo un modelo que el niño interiorizará. Y cuando esté listo para ello, lo podrá ofrecer hacia otros.
“Lo van a pasar fatal porque no están acostumbrados”.
Y en cuanto a la dificultad de adaptación si los escolarizamos tarde, pues menos mal. Qué suerte que no se adapten y que lo digan. Qué suerte que sean capaces de diferenciar aquello que no les gusta y les resulta aburrido y hostil. Qué suerte que hayan aprendido herramientas para al menos verbalizar lo que necesitan. Por el contrario, creo que van mejor armados de herramientas emocionales para defenderse en un entorno por momentos tan asfixiante.
“Cuando sean mayores también van a tener que cumplir horarios, respetar a sus superiores y someterse a las normas para ganar dinero”, no hay otra.”
Y en cuanto a esta declaración de sometimiento final sobre que si van a ser individuos grises que lo vayan asumiendo ya, esa directamente me insulta. Los grises quieren ratificarse en sus filas para no llegar a la conclusión de la mierda en la que han convertido sus vidas. Me gustaría poder transmitir a mis hijos que para ganar dinero no es necesario prostituir su alma, que pueden optar por la pasión de hacer aquello que les mueva y les impulse y les haga libres.
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link a la entrada completa...
Y a quien le interese pues que busque, que lea, que descubra, y se de cuenta de que estas palabras arriba escritas, son la realidad en la que nos encontramos ahora, tenemos los medios y los conocimientos, para mejorar sustancialmente la educación de nuestras niñas y nuestros niños, quienes serán en un futuro no muy lejano, quienes cambien o perpetúen esta sociedad que, en estos momentos de crisis, tanto criticamos...
Y si la sociedad de los presidentes mediocres, de los banqueros defraudadores, de los tesoreros ladrones, delos políticos corruptos, de la competencia desleal, de que mi fin justifica el destrozar todos los medios de los demás...
...REPITO...
...y si esta sociedad que ahora criticamos, sea la consecuencia de la educación que han llevado los adultos que ahora nos gobiernan???
Ahí queda la pregunta.
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