Observando las diferentes culturas desde la mirada de la antropología, con un poco de sentido común y un cierto afán de consenso, podríamos obtener una lista de necesidades fundamentales, las cuales podemos decir que serían necesarias y cuya carencia haría imposible una vida digna, sería un lista parecida a la que se presenta a continuación...
Subsistencia...
...que incluye tanto las necesidades de alimento como las de abrigo térmico.
Protección y seguridad...
...capacidad de poder ser cuidado, disminución de la incertidumbre de subsistencia, reducción del riesgo de enfermedades, mantenimiento de cierta seguridad personal y comunitaria.
Afecto...
...compañía, relaciones sociales.
Entendimiento...
...conocimientos básicos para desenvolverse en el medio y en la comunidad.
Participación...
...poder influir en el curso de las cosas que suceden, en las decisiones que afectan a uno mismo y a la comunidad de referencia.
Entretenimiento...
...recepción de unos rangos de estimulación, ocupación.
Creación...
...capacidad para crear algo, producir variaciones, llevar a cabo realizaciones.
Identidad y pertenencia...
...a algún grupo (o varios) de referencia y reconocimiento básico personal.
Libertad...
...capacidad para elegir entre opciones disponibles, control personal,autonomía.
Equidad y justicia...
...no vivir en un medio injusto.
Vivir en un medio vivo...
...que nos permita sobrevivir y albergar la posibilidad de que vivan las generaciones futuras.
El actual modelo de desarrollo considera un éxito producir muchas cosas independientemente de si éstas son necesarias o no. El Producto Interior Bruto, como indicador, no distingue lo que es superfluo, lo que es importante, incluso lo que es contraproducente. Algunos economistas han llegado a decir que será considerado necesario aquello que es demandado, obviando que una parte importante de la demanda es provocada a su vez por la inversión publicitaria.
En nuestra sociedad es relativamente fácil escuchar la expresión:“necesito cambiar de móvil”, “necesito una chaqueta que combine con esta falda”, “necesito irme lejos para relajarme”. En general, la capacidad humana de desear es muy elevada, y más si el deseo es sobreestimulado. Es fácil por lo tanto convertirse en un necesitado (que es como antes se denominaba una persona pobre).
Una sociedad deseante es una sociedad necesitada. Se llega por esta vía a la paradoja de que las sociedades ricas se piensan más pobres. La insatisfacción crónica provocada es el motor del desarrollo del mercado.
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