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jueves, 18 de febrero de 2016

Que la confrontación de los hechos nunca suponga una evasión.

"Mentres falo ti calas, as veces asentes pero pouco escoito, os teus ollos cansados loitan pra non pecharse entre bocexo e bocexo, imaxinas cousas e dis que son eu o que imaxina; as veces non escoitas, falo moito, incontinencia verbal, voan os teus pensamentos e as veces atendes, gustas do son das miñas verbas incrédulas, teñen a súa vida propia, nacen, crecen, maduran e chegará o intre en que xa no solpor, comecen a perderse na memoria... morran ou se esquezan e xa non importen a ninguén; ás veces quero escribilas, deixar constancia da súa breve existencia, sons que marcaron tempos sen fío condutor, pensamentos inconexos xunto con morriñas de tempos pasados, tolemias de nenos, atropélanse uns a outros, quero contesta-las túas preguntas e acabo por dar outras respostas, reformulo a pregunta, pra volver a non contestala, e un bucle, que circula ata que chega o final e rompe en anacos, quedando contestada... voltan as preguntas."


Decía Proust en A la sombra de las muchachas en flor que...
 "el genio, no surge tanto de las semillas del intelecto y el refinamiento social superiores a los de las otras personas sino de la facultad de transformarlos y transponerlos. El genio consiste en la capacidad de reflejar y no en la calidad intrínseca de la escena reflejada."
Ser un genio supone la percepción de que lo que has hecho podría hacerlo cualquiera, porque las ideas ya están. El genio, lo único que hace, es sentirlas y combinarlas de la manera mas sencilla posible, teniendo "el poder de enfrentarse" a sus conocimientos, normas, pensamientos, valores, convicciones, actos, creencias, emociones, sentimientos...que aunque para la mayoría, resultan inmutables, para él, todos ellos, son procesos en continuo cambio, evolución o revisión.

Porque "tener el poder de enfrentarse", supone no redoblar esfuerzos para superar lo obvio, hay que darse cuenta de que antes estabas equivocado y dejar de luchar por justificar esa equivocación, ser autocrítico y no condescendiente con uno mismo, que la confrontación de los hechos nunca suponga una evasión.
...
Nos enamoramos de lo que ya tenemos... 
...lo que hace que cada una de nuestras decisiones parezca perfecta es la capacidad de la naturaleza de hacernos sentir instantáneamente apegados a lo que poseemos.
Nunca coincide lo que hacemos...
...con lo que queremos hacer...
...ni con lo que decimos que hicimos.
si no se ama ni se odia...
...no se puede comprender nada.
...
«Comencé a comprender que no habría fuerza capaz de modificar esa imagen
de mi persona que está depositada en algún sitio de la más alta cámara de decisión
sobre los destinos humanos: comprendí que aquella imagen (aunque no se
parece a mí) era mucho más real que yo mismo: comprendí que no es ella la mía,
sino yo su sombra; que no es ella a quien se puede acusar de no parecérseme, sino

que esa desemejanza es culpa mía; y que esa desemejanza es mi cruz, que no se la
puedo cargar a nadie. sino que debo llevarla yo»
(Milan Kundera, La broma).

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