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miércoles, 16 de septiembre de 2015

La violencia verbal hacia los niños...

"Es curioso como hay gente que cree que la "crianza con apego" es una moda o una forma de criar y educar niños y entonces se leen lo que creen ser los parámetros que la garantizan...
Si no has entendido que educar desde este lugar es una forma de entender el mundo y una actitud ante la vida, no habrá manual ni curso ni libro que te lo meta en el alma."
Olga Carmona

“Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños”.
Khalil Gibran

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La violencia se caracteriza de diferentes formas, no solamente con golpes, sino también con palabras. "Eres tonto", "Eres un inútil", "No sabes hacer nada"...
...se escuchan cotidianamente en nuestra sociedad por parte de personas adultas que tratan así de controlar o corregir a sus hijos. Sin embargo, es una forma de violencia, igual que los golpes.

Las palabras también significan violencia: "Eres tonto", "no te da la cabeza", "Eres un inútil", "no pareces hijo mío", "ya eres grande, estúpido... eso son cosas de bebés". Son expresiones descalificantes que se escuchan (quizás) cotidianamente en todos los niveles sociales (marginales, medios y altos) de parte de las personas adultas que tratan, de esta manera, de controlar o corregir a sus hijos.

El psicólogo Lic Mario Torres, especialista en niñez, dice que "con la palabra designamos lo correcto de lo incorrecto, lo bello de lo feo, lo legal de lo ilegal, el bienestar o el malestar, se conjuga la construcción y sostenimiento del sentido a la vida". 

"Estas palabras que vienen de afuera construyen la intimidad de la persona. Dependiendo de este flujo de palabras que vienen desde la época primera del entorno familiar, con la fuerza de hacerle sentir al bebé bueno y fuerte, imprescindible a los afectos de su familia. Este amor vivido y expresado en las diversas formas de la comunicación se evidencia con transparencia a través de los mensajes y las palabras: estamos hechos de palabras. Si predominan las palabras negativas, subestimantes y descalificantes es muy probable que la persona vaya construyendo esa imagen vivida como realidad que el mensaje comunica al receptor", explicó el Lic Mario Torres. 

El maltrato verbal, es una actitud de las personas adultas...

El psicólogo afirma que cuando más pequeña es la persona, niños púberes y adolescentes, el impacto paralizante de la palabra descalificante es mayor, por ser los mismos aún frágiles, vulnerables, dependiendo de la franja de la edad, para que el impacto sea más violento. 

"Es fundamental que las familias, los educadores, las instituciones dedicadas a la formación de niños y adolescentes consideren de manera fundamental que los golpes de las palabras pueden crear personas con niveles de desvalorización con fuertes marcas, que dificultan el adecuado desarrollo psicológico de la persona. Hay que considerar el contenido penoso que se va a emitir a un niño", sostiene Torres.

Leiro manifiesta que el maltrato verbal no es otra cosa más que una forma diferente de agresión, que lamentablemente se da en todas las clases sociales, en todos los estratos, de diferentes formas. "Es una forma de agresión porque supone la degradación de la otra persona y la imposición de autoridad de la persona que agrede a través de palabras, gestos u omisiones. 

El maltrato verbal se da sobre todo cuando una de las partes presenta características de sumisión, inseguridad, baja autoestima, o está imposibilitada de hacerle frente al agresor, como en el caso de los menores de edad". 

"Como en muchas otras problemáticas, los modelos agresivos (físicos y verbales) están continuamente presentes en nuestra sociedad; desde lo que vemos en nuestra propia casa hasta los anuncios televisivos, los modelos sexistas y, por supuesto, los modelos sociales".


Y aquí dejo diferentes enlaces relacionados con la crianza con apego...

Las opiniones y la ciencia...
http://www.crianzaautorregulada.com/articulos/las-opiniones-y-la-ciencia/

Los peligros de la crianza autoritaria...
http://www.crianzaautorregulada.com/articulos/los-peligros-de-la-crianza-autoritaria/

Por qué elijo la crianza con apego...
http://www.crianzaautorregulada.com/articulos/por-que-elijo-la-crianza-con-apego/

El éxito en la crianza por Laura Perales Bermejo...
http://psicologiaintegraluruguay.blogspot.com.es/2013/10/el-exito-en-la-crianza-por-laura.html?m=1

Lo mejor de Alice Miller...
http://textosdealicemiller.blogspot.com.es/2012/01/si-he-decidido-dedicar-este-blog-la.html?m=1

viernes, 11 de septiembre de 2015

Salvador Allende... 11 de septiembre de 1973.

“Yo no salgo vivo de aquí”
...enunció Salvador Allende emboscado en el palacio de la Moneda el 11 de Septiembre de 1973.


"A las 8:45 AM, hora chilena, Salvador Allende vuelve a dirigirse a los «compañeros que le escuchan». Relata una situación cada vez más crítica. En el golpe de estado están participando la mayoría de las tres ramas del ejército y el cuerpo de carabineros. En su alocución dice no tener condición de mártir, pero sí de un luchador social que está cumpliendo la tarea que el pueblo le ha encomendado. El presidente tenía claro cual iba a ser su fin: «Si me asesinan, el pueblo seguirá el camino, quizás las cosas serán mucho más duras, más violentas, pero será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada». En un alarde virtuoso, de decencia y valentía, clama porque el proceso social no termine con su desaparición. «Permaneceré aquí en La Moneda, inclusive a costa de mi propia vida». Fue un suicidio, pero el disparo sonó como si hubiera sido fusilado, inmolado, en el paredón fascista de los traidores.

A las diez de la mañana, los tanques abrieron fuego y los cazabombarderos Hawker Hunter bombardean el Palacio de la Moneda. «Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes», dice premonitoriamente. «Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron ¡Yo no voy a renunciar! Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles de chilenos no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia la hacen los pueblos». Años después, la herida sigue abierta."

Sus palabras no fueron premonitorias... 

"Tras el golpe de estado, se instauró un régimen militar autoritario de extrema derecha sangriento. Durante dieciséis años y medio, se dedicó, sistemáticamente, a violar los DDHH. Más de 35.000 víctimas de prisión y tortura, tres mil ejecutados, 1.248 detenidos desaparecidos y cientos de niños robados. 200 000 personas exiliadas y cientos de miles, ingresados en los centros clandestinos e ilegales de detención. Se limitó la libertad de expresión, se suprimieron los partidos políticos y sindicatos y el Congreso Nacional fue disuelto. Chile se convirtió en un campo de concentración."

...confirmando que en este mundo podrido, los hijos de puta, lo tienen mucho más fácil, y suelen ganar; así que debemos, no ya no hacer nada junto a ellos, sino luchar con todas nuestras fuerzas, para que estos hijos de puta no ganen en ningún momento.

Cuando en 1970 ganó las elecciones la Unidad Popular liderada por Salvador Allende, el control del cobre del país era de dos compañías extranjeras, la Anaconda Copper Mining y la Kennecott Copper. Según el propio Allende en una entrevista con una delegación de mineros canadienses ambas empresas con una inversión de 50 millones de dólares habían sacado del país más de 4.000 millones de dólares en medio siglo con una inversión mínima en el país. Esto se producía porque ambas empresas tenían dos filiales manufactureras por lo que no realizaban labores secundarias con el cobre extraído en Chile, había un mínimo retorno de inversión en Chile. Además, se produjo un brusco recorte en empleo a pesar de que la producción aumentaba de forma exponencial desde los años 50.
Salvador Allende se propuso acabar con los abusos de estas empresas mineras trasnacionales y, a pesar de una campaña furibunda de la derecha del país auspiciada y financiada por EEUU para instaurar el miedo, la nacionalización del cobre fue una realidad el 11 de Julio de 1971.


Richard Nixon y Henry Kissinger no podían permitir este ataque contra la propiedad empresarial. Ambos ya habían conspirado contra Salvador Allende en 1970 en las elecciones, como se pudo comprobar tras la desclasificación del memorándum sobre Chile dirigido a Kissinger en diciembre de 1970.
Los documentos desclasificados el 11 de Septiembre de 1998 mostraron que Richard Nixon y el premio nobel de la Paz, Henry Kissinger, montaron un proyecto de operaciones encubiertas desde el año 1970 para derrocar a Salvador Allende por cualquier medio.
Un cable enviado el 15 de Octubre de 1970 por Thomas Karamessines, director adjunto de planificación de la CIA, al jefe de dicha organización en Santiago ordenaba que Salvador Allende debía ser derrocado mediante un golpe de Estado.
La operación de EEUU para derrocar a Salvador Allende finalizó con éxito el 11 de Septiembre de 1973, cuando los militares comandados por Augusto Pinochet dieron un golpe de estado que acabó con la democracia socialista de Salvador Allende.

Con la llegada al poder de Augusto Pinochet y su régimen de terror vinieron también unas políticas de tabula rasa de todas las medidas instauradas por el gobierno democrático de Salvador Allende. Cualquier medida que tuviera algún viso de socialismo, igualdad y justicia social, fue derogada.
Salvador Allende fue el primer marxista que consiguió el poder mediante unas elecciones democráticas, no precisó de la revolución para conseguir gobernar, y una vez gobernó quiso conseguir el poder mediante la revolución. Se enfrentó a empresas trasnacionales y corporaciones empresariales del bando capitalista en unos años en los que la guerra fría y el enfrentamiento entre bandos no tenía como prioridad el respeto a las reglas democráticas. Salvador Allende alcanzó el poder con las reglas que sólo un bando le interpuso, las aceptó y ganó. Pero no fue suficiente para que el arbitro que pone las reglas aceptara el resultado.
Allende fue derrocado por poner en cuestión el dogma capitalista, la propiedad empresarial es intocable.
"Las revoluciones se producen, no se eligen; surgen, no se planifican; y con ellas cambia la sociedad humana."

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"Para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo"
Por Mario Benedetti 

Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo.

...

La Trampa
Por Eduardo Galeano

Por valija diplomática llegan los verdes billetes que financian huelgas y sabotajes y cataratas de mentiras. Los empresarios paralizan a Chile y le niegan alimentos. No hay más mercado que el mercado negro. Largas colas hace la gente en busca de un paquete de cigarrillos o un kilo de azúcar; conseguir carne o aceite requiere un milagro de la Virgen María Santísima.

La Democracia Cristiana y el diario «El Mercurio» dicen pestes del gobierno y exigen a gritos el cuartelazo redentor, que ya es hora de acabar con esta tiranía roja; les hacen eco otros diarios y revistas y radios y canales de televisión. Al gobierno le cuesta moverse; jueces y parlamentarios le ponen palos en las ruedas, mientras conspiran en los cuarteles los jefes militares que Allende cree leales.

En estos tiempos difíciles, los trabajadores están descubriendo los secretos de la economía. Están aprendiendo que no es imposible producir sin patrones, ni abastecerse sin mercaderes. Pero la multitud obrera marcha sin armas, vacías las manos, por este camino de su libertad. Desde el horizonte vienen unos cuantos buques de guerra de los Estados Unidos, y se exhiben ante las costas chilenas. Y el golpe militar, tan anunciado, ocurre.

Le gusta la buena vida. Varias veces ha dicho que no tiene pasta de apóstol ni condiciones para mártir. Pero también ha dicho que vale la pena morir por todo aquello sin lo cual no vale la pena vivir.

Los generales alzados le exigen la renuncia. Le ofrecen un avión para que se vaya de Chile. Le advierten que el palacio presidencial será bombardeado por tierra y aire. Junto a un puñado de hombres, Salvador Allende escucha las noticias. Los militares se han apoderado de todo el país. Allende se pone un casco y prepara su fusil. Resuena el estruendo de las primeras bombas. El presidente habla por radio, por última vez: —Yo no voy a renunciar…

Una gran nube negra se eleva desde el palacio en llamas. El presidente Allende muere en su sitio. Los militares matan de a miles por todo Chile. El Registro Civil no anota las defunciones, porque no caben en los libros, pero el general Tomás Opazo Santander afirma que las víctimas no suman más que el 0,01 por 100 de la población, lo que no es un alto costo social, y el director de la CIA, William Colby, explica en Washington que gracias a los fusilamientos Chile está evitando una guerra civil. La señora Pinochet declara que el llanto de las madres redimirá al país. Ocupa el poder, todo el poder, una Junta Militar de cuatro miembros, formados en la Escuela de las Américas en Panamá. Los encabeza el general Augusto Pinochet, profesor de Geopolítica. Suena música marcial sobre un fondo de explosiones y metralla: las radios emiten bandos y proclamas que prometen más sangre, mientras el precio del cobre se multiplica por tres, súbitamente, en el mercado mundial.

El poeta Pablo Neruda, moribundo, pide noticias del terror. De a ratos consigue dormir y dormido delira. La vigilia y el sueño son una única pesadilla. Desde que escuchó por radio las palabras de Salvador Allende, su digno adiós, el poeta ha entrado en agonía.

...

Mi pueblo ha sido el más traicionado de este tiempo
Por Pablo Neruda

De los desiertos del salitre, de las minas submarinas del carbón, de las alturas terribles donde yace el cobre y lo extraen con trabajos inhumanos las manos de mi pueblo, surgió un movimiento liberador de magnitud grandiosa. Ese movimiento llevó a la presidencia de Chile a un hombre llamado Salvador Allende, para que realizara reformas y medidas de justicia inaplazables, para que rescatara nuestras riquezas nacionales de las garras extranjeras.

Donde estuvo, en los países más lejanos, los pueblos admiraron al presidente Allende y elogiaron el extraordinario pluralismo de nuestro gobierno. Jamás en la historia de la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, se escuchó una ovación como la que le brindaron al presidente de Chile los delegados de todo el mundo.

Aquí en Chile se estaba construyendo, entre inmensas dificultades, una sociedad verdaderamente justa, elevada sobre la base de nuestra soberanía, de nuestro orgullo nacional, del heroísmo de los mejores habitantes de Chile. De nuestro lado, del lado de la revolución chilena, estaban la Constitución y la ley, la democracia y la esperanza. Del otro lado no faltaba nada. Tenían arlequines y polichinelas, payasos a granel, terroristas de pistola y cadena, monjes falsos y militares degradados.

Unos u otros daban vueltas en el carrusel del despecho. Iban tomados de la mano el fascista Jarpa con sus sobrinos de “Patria y Libertad”, dispuestos a romperles la cabeza y el alma a cuanto existe, con tal de recuperar la gran hacienda que ellos llamaban Chile. Junto con ellos, para amenizar la farándula, danzaba un gran banquero y bailarín, algo manchado de sangre; era el campeón de rumba González Videla, que rumbeando entregó hace tiempo su partido a los enemigos del pueblo. Ahora era Frei quien ofrecía su partido demócrata – cristiano a los mismos enemigos del pueblo, y bailaba además con el ex coronel Viaux, de cuya fechoría fue cómplice.

Estos eran los principales artistas de la comedia. Tenían preparados los viveros del acaparamiento, los “miguelitos”, los garrotes y las mismas balas que ayer hicieron de muerte a nuestro pueblo en Iquique, en Ranquil, en Salvador, en Puerto Montt, en la José Maria Caro, en Frutillar, en Puente Alto y en tantos otros lugares. Los asesinos de Hernán Mery bailaban con naturalidad santurronamente. Se sentían ofendidos de que les reprocharan esos “pequeños detalles”.

Chile tiene una larga historia civil con pocas revoluciones y muchos gobiernos estables, conservadores y mediocres. Muchos presidentes chicos y sólo dos presidentes grandes: Balmaceda y Allende. Es curioso que los dos provinieran del mismo medio, de la burguesía adinerada, que aquí se hace llamar aristocracia. Como hombres de principios, empeñados en engrandecer un país empequeñecido por la mediocre oligarquía, los dos fueron conducidos a la muerte de la misma manera.

Balmaceda fue llevado al suicidio por resistirse a entregar la riqueza salitrera a las compañías extranjeras. Allende fue asesinado por haber nacionalizado la otra riqueza del subsuelo chileno, el cobre. En ambos casos la oligarquía chilena organizó revoluciones sangrientas. En ambos casos los militares hicieron jauría. Las compañías inglesas en la ocasión de Balmaceda, las norteamericanas en la ocasión de Allende, fomentaron y sufragaron estos movimientos militares.

En ambos casos las casas de los presidentes fueron desvalijadas por órdenes de nuestros distinguidos “aristócratas”. Los salones de Balmaceda fueron destruidos a hachazos. La casa de Allende, gracias al progreso del mundo, fue bombardeada desde el aire por nuestros heroicos aviadores.

Sin embargo, estos dos hombres fueron muy diferentes. Balmaceda fue un orador cautivante. Tenía una complexión imperiosa que lo acercaba más al mando unipersonal. Estaba seguro de la elevación de sus propósitos. En todo instante sé vio rodeado de enemigos. Su superioridad sobre el medio en que vivía era tan grande, y tan grande su soledad, que concluyó por reconcentrarse en sí mismo.

El pueblo que debía ayudarle no existía como fuerza, es decir, no estaba organizado. Aquel presidente estaba condenado a conducirse como iluminado, como un soñador: un sueño de grandeza se quedó en sueño. Después de su asesinato, los rapaces mercaderes extranjeros y los parlamentarios criollos entraron en posesión del salitre: para los extranjeros, la propiedad y las concesiones; para los criollos las coimas.

Recibidos los treinta dineros todo volvió a su normalidad. La sangre de unos cuantos miles de hombres del pueblo se secó pronto en los campos de batalla. Los obreros más explotados del mundo, los de las regiones del norte de Chile, no cesaron de producir inmensas cantidades de libras esterlinas para la City de Londres.

Allende nunca fue un gran orador. Y como estadista era un gobernante que consultaba todas sus medidas. Fue el antidictador, el demócrata principista hasta en los detalles. Le tocó un país que ya no era el pueblo bisoño de Balmaceda; encontró una clase obrera poderosa que sabia de que se trataba.

Allende era dirigente colectivo; un hombre que, sin salir de las clases populares, era un producto de la lucha de esas clases contra el estancamiento y la corrupción de sus explotadores. Por tales causas y razones, la obra de que realizó en tan corto tiempo es superior a la de Balmaceda; más aun, es la más importante en la historia de Chile.

Sólo la nacionalización del cobre fue una empresa titánica, y muchos objetivos más se cumplieron bajo su gobierno de esencia colectiva. Las obras y los hechos de Allende, de imborrable valor nacional, enfurecieron a los enemigos de nuestra liberación.

El simbolismo trágico de esta crisis se revela en el bombardeo del Palacio de Gobierno; uno evoca la Blitz Krieg de la aviación nazi contra indefensas ciudades extranjeras, españolas, inglesas, rusas; ahora sucedía el mismo crimen en Chile; pilotos chilenos atacaban en picada el palacio que durante siglos fue el centro de la vida civil del país.

Escribo estas rápidas líneas para mis memorias a sólo tres días de los hechos incalificables que llevaron a la muerte de mi gran compañero el presidente Allende. Su asesinato se mantuvo en silencio; fue enterrado secretamente; sólo a su viuda le fue permitido acompañar aquel inmortal cadáver.

La versión de los agresores es que hallaron su cuerpo inerte, con muestras de visible suicidio. La versión que ha sido publicada en el extranjero es diferente. A reglón seguido del bombardeo aéreo entraron en acción los tanques, muchos tanques, a luchar intrépidamente contra un solo hombre: el Presidente de la Republica de Chile, Salvador Allende, que los esperaba en su gabinete, sin más compañía que su corazón, envuelto en humo y llamas.

Tenían que aprovechar una ocasión tan bella. Había que ametrallarlo porque nunca renunciaría a su cargo. Aquel cuerpo fue enterrado secretamente en un sitio cualquiera. Aquel cadáver que marchó a la sepultura acompañado por una sola mujer que llevaba en si misma todo el dolor del mundo, aquella gloriosa figura muerta iba acribillada y despedazada por las balas de las metralletas de los soldados de Chile, que otra vez habían traicionado a Chile.”

[Desde Isla negra, su residencia en Chile, el 14 de septiembre de 1973, Pablo Neruda escribió su dramático testimonio del 11-S latinoamericano. Luego, el 23, fallece de cáncer. Todos dicen que murió de pena.]

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La verdadera muerte de un presidente
Por Gabriel García Márquez

La contradicción más dramática de su vida fue ser al mismo tiempo, enemigo congénito de la violencia y revolucionario apasionado, y él creía haberla resuelto con la hipótesis de que las condiciones de Chile permitían una evolución pacífica hacia el socialismo dentro de la legalidad burguesa. La experiencia le enseñó demasiado tarde que no se puede cambiar un sistema desde el gobierno, sino desde el poder.

Esa comprobación tardía debió ser la fuerza que lo impulsó a resistir hasta la muerte en los escombros en llamas de una casa que ni siquiera era la suya, una mansión sombría que un arquitecto italiano construyó para fábrica de dinero y terminó convertida en el refugio de un Presidente sin poder.

Resistió durante seis horas con una metralleta que le había regalado Fidel Castro y que fue la primera arma de fuego que Salvador Allende disparó jamás.

El periodista Augusto Olivares que resistió a su lado hasta el final, fue herido varias veces y murió desangrándose en la asistencia pública.

Hacia las cuatro de la tarde el general de división Javier Palacios, logró llegar hasta el segundo piso, con su ayudante el capitán Gallardo y un grupo de oficiales. Allí entre las falsas poltronas Luis XV y los floreros de Dragones Chinos y los cuadros de Rugendas del salón rojo, Salvador Allende los estaba esperando. Llevaba en la cabeza un casco de minero y estaba en mangas de camisa, sin corbata y con la ropa sucia de sangre. Tenía la metralleta en la mano.

Allende conocía al general Palacios. Pocos días antes le había dicho a Augusto Olivares que aquel era un hombre peligroso, que mantenía contactos estrechos con la Embajada de los EE.UU. Tan pronto como lo vio aparecer en la escalera, Allende le gritó: Traidor y lo hirió en la mano.

Allende murió en un intercambio de disparos con esa patrulla. Luego todos los oficiales en un rito de casta, dispararon sobre el cuerpo. Por último un oficial le destrozó la cara con la culata del fusil.

La foto existe: la hizo el fotógrafo Juan Enrique Lira, del periódico El Mercurio, el único a quien se permitió retratar el cadáver. Estaba tan desfigurado, que la Sra. Hortencia Allende, su esposa, le mostraron el cuerpo en el ataúd, pero no permitieron que le descubriera la cara.

Había cumplido 64 en el julio anterior y era un Leo perfecto: tenaz, decidido e imprevisible.

Lo que piensa Allende sólo lo sabe Allende, me había dicho uno de sus ministros. Amaba la vida, amaba las flores y los perros, y era de una galantería un poco a la antigua, con esquela perfumadas y encuentros furtivos.

Su virtud mayor fue la consecuencia, pero el destino le deparó la rara y trágica grandeza de morir defendiendo a bala el mamarracho anacrónico del derecho burgués, defendiendo una Corte Suprema de Justicia que lo había repudiado y había de legitimar a sus asesinos, defendiendo un Congreso miserable que lo había declarado ilegítimo pero que había de sucumbir complacido ante la voluntad de los usurpadores, defendiendo la voluntad de los partidos de la oposición que habían vendido su alma al fascismo, defendiendo toda la parafernalia apolillada de un sistema de mierda que el se había propuesto aniquilar sin disparar un tiro.

El drama ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio a todos los hombres de este tiempo, que se quedó en nuestras vidas para siempre.

Septiembre de 2003, al cumplirse 30 años del golpe militar de 1973 en Chile.

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La batalla de Chile 1 - La insurreccion de la burguesia...


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Salvador Allende inmortal...
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=202913
DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO EN LA HABANA, EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1973, EN SOLIDARIDAD CON EL HEROICO PUEBLO DE CHILE, Y DE HOMENAJE PÓSTUMO AL DOCTOR SALVADOR ALLENDE...
http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1973/esp/f280973e.html
42º aniversario del golpe de estado fascista contra el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende...
http://blogdelviejotopo.blogspot.com.es/2015/09/42-aniversario-del-golpe-de-estado.html?spref=tw
Tercer aniversario de la Unidad Popular por Salvador Allende...
http://www.buscameenelciclodelavida.com/2014/09/tercer-aniversario-de-la-unidad-popular.html
Salvador Allende - Y se abrirán las grandes alamedas...
Por Víctor Arrogante
Salvador Allende, víctima de una historia anunciada...
Salvador Allende, el ídolo derrocado de su pedestal de cobre. 
“Yo no salgo vivo de aquí”, fue la sentencia lapidaria que enunció Salvador Allende emboscado en el palacio de la Moneda el 11 de Septiembre de 1973...
Septiembre 11, Chile: Salvador Allende según Galeano, Neruda y García Márquez...

jueves, 10 de septiembre de 2015

"El cuerpo nunca miente" de Alice Miller.

"Con bastante frecuencia el cuerpo reacciona con enfermedades al menosprecio constante de sus funciones vitales. Entre éstas se encuentra la lealtad a nuestra verdadera historia. Así pues, este libro trata principalmente del conflicto entre lo que sentimos y sabemos, porque está almacenado en nuestro cuerpo, y lo que nos gustaría sentir para cumplir con las normas morales que muy tempranamente interiorizamos. Sobresale entre otras una norma concreta y por todos conocida, el cuarto mandamiento, que a menudo nos impide experimentar nuestros sentimientos reales, compromiso que pagamos con enfermedades corporales. El libro aporta numerosos ejemplos a esta tesis, pero no narra biografías enteras, sino que se centra principalmente en cómo es la relación de una persona con unos padres que, en el pasado, la maltrataron.

La experiencia me ha enseñado que mi cuerpo es la fuente de toda la información vital que me abrió el camino hacia una mayor autonomía y autoconciencia.

Sólo cuando admití las emociones que tanto tiempo llevaban encerradas en mi cuerpo y pude sentirlas, fui liberándome poco a poco de mi pasado. Los sentimientos auténticos no pueden forzarse. Están ahí y surgen siempre por algún motivo, aunque éste suela permanecer oculto a nuestra percepción.

No puedo obligarme a querer a mis padres, o siquiera a respetarlos, cuando mi cuerpo se niega a hacerlo por razones que él mismo bien conoce. Sin embargo, cuando trato de cumplir el cuarto mandamiento me estreso, como me ocurre siempre que me exijo a mí misma algo imposible. Bajo este estrés he vivido prácticamente toda mi vida. Traté de crearme sentimientos buenos e intenté ignorar los malos para vivir conforme a la moral y al sistema de valores que yo había aceptado. En realidad, para ser querida como hija. Pero no resultó y, al fin, tuve que reconocer que no podía forzar un amor que no estaba ahí. Por otra parte, aprendí que el sentimiento del amor se produce de manera espontánea, por ejemplo con mis hijos o mis amigos, cuando no lo fuerzo ni trato de acatar las exigencias morales. Surge únicamente cuando me siento libre y estoy abierta a todos mis sentimientos, incluidos los negativos.

Comprender que no puedo manipular mis sentimientos, que no puedo engañarme a mí misma ni a los demás, fue para mí un gran alivio y una liberación. Sólo entonces caí en la cuenta de cuántas personas están a punto de desbaratar sus vidas porque intentan, como hacía yo antes, cumplir con el cuarto mandamiento sin percatarse del precio que sus cuerpos o sus hijos tendrán que pagar. Mientras los hijos se dejen utilizar, uno puede vivir hasta cien años sin reconocer su verdad ni enfermar a causa de su autoengaño.

Claro que, también, a una madre que admita que debido a las carencias su infancia es incapaz, por mucho que se esfuerce, de amar a su hijo, se la tachará de inmoral cuando trate de articular su verdad. Pero yo creo que es precisamente el reconocimiento de sus sentimientos reales, desligados de las exigencias morales, lo que le permitirá ayudarse de verdad a sí misma y a su hijo, y romper el círculo del autoengaño.
Un niño, cuando nace, necesita el amor de sus padres, es decir, necesita que éstos le den su afecto, su atención, su protección, su cariño, sus cuidados y su disposición de comunicarse con él. Equipado para la vida con estas virtudes, el cuerpo conserva un buen recuerdo y, más adelante, el adulto podrá dar a sus hijos el mismo amor. Pero cuando todo esto falta, en el niño del pasado permanece de por vida el anhelo de satisfacer sus primeras funciones vitales; un anhelo que de adulto proyectará sobre otras personas. Por otra parte, cuanto menos amor haya recibido el niño, cuanto más se le haya negado y maltratado con el pretexto de la educación, más dependerá, una vez sea adulto, de sus padres o de figuras sustitutivas, de quienes esperará todo aquello que sus progenitores no le dieron de pequeño. Ésta es la reacción natural del cuerpo. El cuerpo sabe de qué carece, no puede olvidar las privaciones, el agujero está ahí y espera a que sea llenado.

Pero cuanto mayor se es, más difícil es obtener de otros el amor que tiempo atrás uno no recibió de los padres. No obstante, las expectativas no desaparecen con la edad, todo lo contrario. Las proyectaremos sobre otras personas, principalmente sobre nuestros hijos y nietos, a no ser que tomemos conciencia de este mecanismo e intentemos reconocer la realidad de nuestra infancia lo más a fondo posible acabando con la represión y la negación. Entonces descubriremos en nosotros mismos a la persona que puede llenar esas necesidades que desde nuestro nacimiento, o incluso desde antes, esperan a ser satisfechas; podremos darnos a nosotros mismos la atención, el respeto, la comprensión de nuestras emociones, la protección necesaria y el amor incondicional que nuestros padres nos negaron.

Para que eso suceda, necesitamos experimentar el amor hacia ese niño que fuimos; de otra manera, no sabremos dónde está ese amor. Si queremos aprender esto en las terapias, necesitamos dar con personas capaces de aceptarnos tal como somos, de proporcionarnos la protección, el respeto, la simpatía y la compañía que necesitamos para entender cómo hemos sido, cómo somos. Esta experiencia es indispensable para que podamos aceptar el papel que desempeñaron los padres en relación con el niño antes menospreciado. Un terapeuta que se haya propuesto «modelarnos» no puede procurarnos esta experiencia, y tampoco un psicoanalista que haya aprendido que, frente a los traumas de la infancia, uno debe mostrarse neutral e interpretar como fantasías nuestros relatos. No; necesitamos precisamente lo contrario, es decir, un acompañante parcial, que comparta con nosotros el horror y la indignación cuando, paso a paso, nuestras emociones vayan revelándonos (al acompañante y a nosotros mismos) cómo sufrió ese niño y por lo que tuvo que pasar, completamente solo, mientras su alma y su cuerpo luchaban por la vida, esa vida que durante años estuvo en constante peligro. Un acompañante así, al que yo llamo «testigo cómplice», es lo que necesitamos para conocer y ayudar al niño que llevamos dentro, es decir, para entender su lenguaje corporal e interesarnos por sus necesidades, en lugar de ignorarlas, como hemos hecho hasta ahora y como hicieron nuestros padres en el pasado.

Lo que acabo de decir es muy realista. Con un buen acompañante, que sea parcial y no neutral, uno puede encontrar su verdad. Durante el proceso, puede liberarse de sus síntomas, curarse de la depresión y ver cómo aumentan sus ganas de vivir, salir de su estado de agotamiento y sentir que su energía crece en cuanto deje de necesitarla para reprimir su verdad. El cansancio típico de la depresión aparece cada vez que reprimimos nuestras emociones intensas, cuando minimizamos los recuerdos del cuerpo y no queremos prestarles atención.

¿Por qué estas evoluciones positivas se dan más bien poco? ¿Por qué la mayoría de la gente, especialistas incluidos, prefiere creer en el poder de los medicamentos a dejarse guiar por el cuerpo? Es el cuerpo el que sabe con exactitud lo que nos falta, lo que necesitamos, lo que tuvimos que soportar y lo que nos provocaba en nosotros una reacción alérgica. Pero muchas personas prefieren recurrir a los medicamentos, las drogas o el alcohol, con lo que el camino hacia la verdad se les cierra aún más. ¿Por qué? ¿Porque reconocer la verdad duele? Eso es indiscutible. Pero esos dolores son pasajeros y soportables, si se cuenta con una buena compañía. El problema que veo aquí es que falta esa compañía, porque da la impresión de que casi todos los facultativos de la asistencia médica, debido a nuestra moral, tienen grandes dificultades para apoyar al niño en otros tiempos maltratado y reconocer cuáles son las consecuencias de las heridas tempranamente sufridas. Están bajo la influencia del cuarto mandamiento, que nos obliga a honrar a nuestros padres «para que las cosas nos vayan bien y podamos vivir más años».

Es lógico, pues, que dicho mandamiento obstruya la curación de antiguas heridas. Aunque no es de extrañar que hasta ahora nunca se haya hecho una reflexión pública de este hecho. El alcance y el poder de este mandamiento son enormes, porque se alimenta de la unión que hay entre el niño y sus padres. Tampoco los grandes filósofos y escritores se atrevieron jamás a rebelarse contra este mandamiento. A pesar de su dura crítica a la moral cristiana, la familia de Nietzsche se libró de dicha crítica, pues en todo adulto al que en el pasado maltrataron anida el miedo del niño al castigo cada vez que intentaba quejarse del proceder de sus padres. Pero anidará sólo en tanto que éste sea inconsciente; en cuanto el adulto tome conciencia de él, irá desapareciendo progresivamente.

Extracto del  libro "El cuerpo nunca miente"  de Alice Miller (Lemberg, entonces Polonia y actualmente Ucrania, 12 de enero de 1923 – Saint-Rémy-de-Provence, Francia, 12 de abril de 2010) fue una psicóloga conocida por su trabajo en maltrato infantil y sus efectos en la sociedad así como en la vida de los individuos. Nació en Polonia, en el seno de una familia hebrea, pero creció y estudió en Suiza. Obtuvo su doctorado en filosofía, psicología y sociología en 1953 en Basilea. En 1986 Miller fue galardonada con el premio Janusz Korczak por la Liga Antidifamación.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Feminismo... Silvia Federici.

"Es un engaño que el trabajo asalariado sea la clave para liberar a las mujeres"
Entrevista con la pensadora feminista Silvia Federici, que reivindica que el trabajo reproductivo y de cuidados que hacen gratis las mujeres es la base sobre la que se sostiene el capitalismo...
"Ahora las mujeres tienen dos trabajos -el de fuera de casa y el de dentro- y aún menos tiempo para luchar, y participar en movimientos sociales o políticos"

"...hoy muchas mujeres trabajan fuera de la casa, muchas veces en condiciones precarias, lo que supone una pequeña fuente de mayor autonomía. Sin embargo, los lugares de trabajo asalariado no han sido cambiados, por tanto, ese trabajo asalariado significa adaptarse a un régimen que está construido pensado en el trabajo tradicional masculino: las horas de trabajo no son flexibles, los centros de trabajo no han incluido lugares para el cuidado, como guarderías, y no se ha pensado formas para que hombres y mujeres concilien producción y reproducción. Es un nuevo patriarcado en el que las mujeres deben ser dos cosas: productoras y reproductoras al mismo tiempo, una espiral que acaba consumiendo toda la vida de las mujeres."

"La ilusión de que el trabajo asalariado podía liberar a las mujeres no se ha producido... las mujeres estaban entrando al trabajo asalariado en el momento justo en el que éste se estaba convirtiendo en un terreno de crisis... el trabajo asalariado no ha liberado nunca a nadie... eso no ha cambiado las relaciones entre mujeres y capitalismo: porque ahora las mujeres tienen dos trabajos y aún menos tiempo para, por ejemplo, luchar, participar en movimientos sociales o políticos."

"No a las mujeres en el Ejército, de ninguna manera. Hay que tener en cuenta que los hombres también son explotados. Entonces, si decimos simplemente que queremos la igualdad con los hombres estamos diciendo que queremos tener la misma explotación que los hombres tienen... decir solo que luchamos por la igualdad es decir que queremos la explotación capitalista que sufren los hombres... hay que aspirar a transformar el modelo entero, porque los hombres tampoco tienen una situación ideal, los hombres también deben ser liberados, porque son sujetos de un proceso de explotación. Por eso no a las mujeres en el ejército, porque no a la guerra."

"El capitalismo devalúa la reproducción, y eso significa que devalúa nuestras vidas para continuar devaluando la producción de trabajadores... el trabajo reproductivo y doméstico, es ignorado... es un trabajo para producir a los trabajadores para el capital y es un tema central. Si no hay reproducción, no hay producción... Y ese trabajo es la base del capitalismo porque es la forma en la que se reproducen los trabajadores... si las mujeres paran, todo para; si el trabajo doméstico para, todo lo demás para. Por eso el capitalismo tiene que devaluar este trabajo constantemente para sobrevivir... si este trabajo es considerado como tal los hombres también podrán hacerlo. El salario sería para el trabajo, no para las mujeres."

"...la ausencia de salario ha naturalizado la explotación. ¿Te imaginas que los hombres hubieran hecho un trabajo industrial gratis durante dos años porque es lo propio de los hombres? Estaría totalmente naturalizado, igual que lo está el trabajo doméstico, que está ligado a la feminidad y a lo que se considera propio de las mujeres. En una sociedad conformada para las relaciones monetarias, la falta de salario ha transformado una forma de explotación en una actividad natural, por eso decimos que es importante desnaturalizarla."

"...solo pedir un salario tiene el poder de revelar toda un área de explotación, de sacar a la luz que esto es un trabajo propiamente dicho, y que es esencial para el capitalismo, que ha acumulado riqueza gracias a ello."

"Empezar una lucha sobre qué significa este trabajo, reivindicar nuevos recursos al servicio de este trabajo y proponer nuevas formas de organización... La reinvidicación del salario para el trabajo doméstico ha sido muy liberadora porque muchas mujeres podían comprender así que lo que hacían era trabajo y era explotación, y no algo natural."

Es un engaño que el trabajo asalariado sea la clave para liberar a las mujeres...

La persecución de las brujas permitió el capitalismo. Silvia Federici.
"Hace unos siglos la hubieran quemado en la hoguera. Feminista incansable, la historiadora y autora de uno de los libros más descargados de la red, “Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria”, habla con Números Rojos y expone de forma rigurosa las razones políticas y económicas que se ocultaron tras la caza de brujas. Su último libro, “Revolución en punto cero”, es una recopilación de artículos imprescindible para conocer su trayectoria intelectual. La entrevista la realizó Maite Garrido Courel."

La caza de brujas, así como la trata de esclavos y la conquista de América, fue un elemento imprescindible para instaurar el sistema capitalista moderno, ya que cambió de una manera decisiva las relaciones sociales y los fundamentos de la reproducción social, empezando por las relaciones entre mujeres y hombres y mujeres y Estado. En primer lugar, la caza de brujas debilitó la resistencia de la población a las transformaciones que acompañaron el surgimiento del capitalismo en Europa: la destrucción de la tenencia comunal de la tierra; el empobrecimiento masivo y la inanición y la creación en la población de un proletariado sin tierra, empezando por las mujeres más mayores que, al no poseer una tierra que cultivar, dependían de una ayuda estatal para subsistir. También se amplió el control del Estado sobre el cuerpo de las mujeres, al criminalizar el control que estas ejercían sobre su capacidad reproductiva y su sexualidad (las parteras y las ancianas fueron las primeras sospechosas). El resultado de la caza de brujas en Europa fue un nuevo modelo de feminidad y una nueva concepción de la posición social de las mujeres, que devaluó su trabajo como actividad económica independiente (proceso que ya había comenzado gradualmente) y las colocó en una posición subordinada a los hombres. Este es el principal requisito para la reorganización del trabajo reproductivo que exige el sistema capitalista.

Cuando el trabajo se convierte en la principal fuente de riqueza, el control sobre los cuerpos de las mujeres adquiere un nuevo significado; estos mismos cuerpos son entonces vistos como máquinas para la producción de fuerza de trabajo. Creo que este tipo de política es todavía muy importante hoy en día porque el trabajo, la fuerza de trabajo, sigue siendo crucial para la acumulación de capital. Esto no quiere decir que en todo el mundo los patrones quieran tener más trabajadores, pero sin duda quieren controlar la producción de la fuerza de trabajo: quieren decidir cuántos trabajadores están produciendo y en qué condiciones.

La persecución de las brujas permitió el capitalismo...
http://metiendoruido.com/2013/11/la-persecucion-de-las-brujas-permitio-el-capitalismo-entrevista-a-silvia-federici/

"Si, por ejemplo, pides un crédito para estudiar, ya estás atrapada: no vas a poder elegir el tipo de trabajo; tal vez necesites dos empleos, no te atreverás a reclamar derechos para no quedarte en paro porque tienes deudas, etc."

"...no basta estar contra la deuda. Liberarse de la deuda necesita un complemento: el acceso a los bienes comunes. Si eliminamos la deuda pero no se crean relaciones sociales diferentes, la deuda vuelve a aparecer. Luchar contra la deuda requiere luchar a favor de una sociedad no mercantilizada."

"Las luchas contra la privatización tienen que ir más allá de la simple defensa de los servicios públicos: deben defender lo común. Porque lo público no es común, lo público es una forma de privatización en la que el propietario es el estado, que nosotros no controlamos."

"El cuerpo de las mujeres ha sido uno de los primeros territorios que ha intentado privatizar el estado. La reapropiación de nuestro cuerpo debe encuadrarse dentro de esta óptica de reapropiación de los bienes comunales. El cuerpo debe ser nuestro. Ni del estado, ni del mercado... Existe un interés internacional para impedir que las mujeres puedan decidir. Lo último es la obsesión por encontrar medios reproductivos de laboratorio; intentos que parecen de ciencia ficción de hacer nacer in vitro a personas sin necesidad de una madre. El cuerpo de las mujeres es la gran barrera que el capital no ha sido capaz de superar."

"No se pueden aplicar a los trabajos de cuidados los mismos eslóganes que al trabajo productivo. Cuando nos dicen “ si rechazas los trabajos reproductivos te niegas a cuidar de tus seres queridos” en realidad nos dicen que tenemos que aceptar nuestra explotación y la del resto."

"Las conclusiones de todo ello son varias. Uno: que el capitalismo es un sistema que debe ser abolido porque es un sistema que debe desvalorizar los trabajos reproductivos. Dos: que el proceso de lucha debe ser ante todo un proceso de reorganización de estas tareas en el sentido de eliminar el sentido capitalista de la reproducción. Debemos crear una nueva forma de cooperar, de habitar, de urbanizar, de cocinar, de compartir el barrio... Y tres: yo hablo siempre de la revolución feminista inacabada. Hace falta un nuevo movimiento feminista, no necesariamente sólo de mujeres, que vuelva a poner en el centro los trabajos reproductivos."

El cuerpo debe ser nuestro. Ni del estado, ni del mercado...
http://www.playgroundmag.net/articulos/entrevistas/cuerpo-debe-mercado_5_1315118479.html

Superar el feminismo... Por JOSÉ LUIS CANO GIL
http://www.psicodinamicajlc.com/_blog/pivot/entry.php?id=376#.VecVo_ntmkp

"El capitalismo dio una nueva fundación a las relaciones patriarcales; el capitalismo se ha apropiado de los elementos de la relación patriarcal del feudalismo, pero lo ha transformado y ha dado nuevas funciones para sus fines sociales y económicas. Por ejemplo, una diferencia muy grande entre el patriarcado del feudalismo y el patriarcado del capitalismo, es que en el primero, para las mujeres prevalecía un sistema de uso comunitario de las tierras, es decir, las mujeres y los hombres usaban las tierras. En Europa por ejemplo, las mujeres no fueron dependientes económicamente de los hombres, su alimentación no dependía de los hombres. Tampoco en la sociedad feudal estaba la diferencia del tipo de poder entre hombres y mujeres, que en la sociedad capitalista se generó. La relación desigual de poder entre hombres y mujeres en el feudalismo no tenía raíces materiales. La diferenciación venía, por nombrar dos casos, de la formas del uso de la violencia, porque los hombres hacían parte de los ejércitos del poder feudal, los hombres componían los ejércitos y las mujeres no; otro caso es el de la diferencia de poder que estaba justificada en la religión, pues ésta tenía una función de diferenciación. Todos los sistemas sociales que han explotado el trabajo humano, han explotado a las mujeres en una medida particular, porque las mujeres son las que producen trabajadores, cuando hay un sistema social que explota el trabajo humano, éste cerca e intenta controlar el cuerpo de las mujeres, porque el cuerpo de las mujeres genera riqueza, mano de obra, cocinan. El capitalismo es una forma de explotación específico que tiene relaciones diferentes."

https://comunitariapress.wordpress.com/2015/04/21/el-patriarcado-del-salario-lo-que-llaman-amor-nosotras-lo-llamamos-trabajo-no-pagado/

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Ítaca y los gritos del silencio...

Hay silencios que se convierten en gritos,
hay gritos que acaban en silencios,
a veces recuerdo silencios después de los gritos,
otras sólo gritos, gritos, gritos...
La oscuridad no me consuela,
porque los silencios se escuchan,
y los gritos me ahogan.
Necesito recordar tus ojos cuando me besas,
necesito recordar tus sonrisas cuando me miras,
esas caricias que suavizan mi alma,
para olvidar los gritos que resuenan dentro de mi.
A veces con un sólo beso,
con una casi imperceptible caricia,
o con un fuerte abrazo,
traes la felicidad a mis silencios.
No quiero que te vayas antes de llegar,
quiero que queramos lo que queremos,
sonrisas, palabras, sentimientos...
nunca gritos........ ni silencios.

...

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Konstantínos Kaváfis.
ÍTACA.