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jueves, 29 de enero de 2015

La MonoMarentalidad y el Estado de Bienestar...


La capacidad del estado de bienestar se debería medir por como se establece la capacidad de una madre para formar y mantener un hogar autónomo, es decir, su grado de independencia frente al
mercado y al matrimonio; que indicaría el grado de libertad de las madres para decidir sobre su vida...

 ...cuanto más desarrollado es un estado de bienestar, como es el caso de los países escandinavos, menos incidencia tiene la pobreza en las familias monomarentales; siendo ésta, indicativa de una falta de apoyo eficaz a la crianza, escasa desmercantilización del estado e inadaptación del mercado a la realidad de la reproducción.

La monomarentalidad nos dará la medida real de la situación de las madres en relación al empleo y la
calidad de la conciliación en un país.
El trato que una sociedad y un estado da a las familias monomarentales, nos indica el valor que una sociedad da a la reproducción en sí y a las niñas/os, como el futuro de ésta. 
La cuál debería de ser la medida principal o primaria del estado y la sociedad, para determinar el bienestar o felicidad de su población.

Una sociedad sana se gesta en la infancia. Cuidar con calidad y amor a los niñ@s es garantía de una sociedad mejor en el futuro. Debe invertirse en ellos porque son los pilares de la sociedad. Hay que proteger a la infancia. El estado, los adultos y la sociedad deben girar en torno a los niñ@s y la infancia, y de esta manera dotarles de las bases necesarias para un desarrollo integral y sano.

"La extraña idea de que a los niños pequeños hay que separarlos de sus madres y mantenerlos en grupo en una institución varias horas al día para conseguir un desarrollo educativo y emocional óptimo es uno de los mitos pedagógicos de nuestra sociedad. Su explicación es puramente utilitarista. Puesto que nadie podría defender que hay que hacerle algo a los niños que no es bueno para ellos para mantener determinado modelo económico y social la idea se presenta como beneficiosa."

"Debemos empezar a comprender que no sólo la economía depende del trabajo productivo, y que en las sociedades avanzadas, el trabajo reproductivo, es tanto o más importante que el primero. Debemos dejar de ver el trabajo reproductivo, como un problema o incordio para la realización del trabajo productivo; y darnos cuenta de que el reproductivo es la base sobre la que tenemos que crear la sociedad del futuro, una infancia feliz crea una futura sociedad de personas felices."

"Los beneficios de la lactancia materna (recomendada por la OMS hasta los 6 meses en exclusiva y hasta los 2 años complementada) y el papel imprescindible del afecto en el desarrollo de los bebés. Debemos empezar a dejar de entender la maternidad como el obstáculo para el logro de la igualdad no puede ofrecer soluciones reales a las mujeres, trabajadoras y madres. Porque el hecho de concebir la maternidad como un obstáculo, la anula y nos instala en la creencia de que lo que nos oprime es ser madres y no las condiciones estructurales (la sociedad patriarcal-capitalista) en las que lo somos."

Hay que desterrar la idea de que la maternidad es el obstáculo para lograr la igualdad y empezar a comprender que la maternidad tiene que ser el eje sobre el que gire toda la sociedad, debemos propulsar un cambio de conciencia y decir que no es la maternidad la que impone obstáculos a la liberación de la mujer, o al intento de conseguir una sociedad igualitaria, sino la forma en que la maternidad está situada en la estructura patriarcal, como un problema de segunda fila, al que se le ponen parches en vísperas electorales, para lograr que la discusión y el debate, sobre como la maternidad es el hecho más importante que tienen nuestras sociedades.

La mayoría de las frases de este post, pertenecen a...
Patricia Merino Murga
Instituto de Estudios Feministas - Master en Estudios Feministas 2010-2011
Universidad Complutense 

martes, 20 de enero de 2015

La tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra... Los Iroqueses.

"La tierra no pertenece al hombre... es el hombre el que pertenece a la tierra. No es el hombre quien tejió la trama de la vida... él, es apenas un hilo, y todo lo que hace a la trama se lo hace a sí mismo.

Creen ustedes que pueden hacerle cualquier cosa a la tierra, solamente porque un hombre firmó al pie de un papel concediéndosela?"


Seattle, jefe de los Duwamish, declaración dirigida a Franklin Pierce, Presidente de los EEUU, realizada en Port Elliot, hoy Seattle, en 1855.

Esta carta que envió el jefe indio al presidente de los Estados Unidos de América, es considerada como el primer manifiesto ecologista de la historia...

"El gran jefe de Washington ha mandado hacernos saber que quiere comprarnos las tierras junto con palabras de buena voluntad. Mucho agradecemos este detalle porque de sobra conocemos la poca falta que les hace nuestra amistad. Queremos considerar el ofrecimiento porque también sabemos de sobra que, si no lo hiciéramos, los rostros pálidos nos arrebatarían las tierras con armas de fuego. ¿Pero cómo podéis comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esta idea nos resulta extraña. Ni el frescor del aire ni el brillo del agua son nuestros ¿Cómo podrían ser comprados?.

Tenéis que saber que cada trozo de ésta tierra es sagrado para mi pueblo. La hoja verde, la playa arenosa, la niebla en el bosque, el amanecer entre los árboles, los pardos insectos… Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra cuando comienzan el viaje a través de las estrellas. Nuestros muertos, en cambio, nunca se alejan de la tierra, que es la madre. Somos una parte de ella, y la flor perfumada, el cieno, el caballo y el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos pardos, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia. El agua cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino que también representa la sangre de nuestros antepasados. Si os lo vendiésemos tendríais que recordar que son sagrados y enseñarlo así a vuestros hijos. También los ríos son nuestros hermanos porque nos libran de la sed, arrastran nuestras canoas, nos procuran peces… Además, cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuentan los sucesos y memorias de la vida de nuestras gentes, el murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Sí, gran jefe de Washington: los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed, son portadores de nuestras canoas y alimento de nuestros hijos. Si os vendemos nuestra tierra tendréis que recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y también suyos. Y por tanto, deben tratarlo con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Por supuesto que sabemos que el hombre blanco no entiende nuestra forma de ser. Tanto le da un trozo de tierra que otro, porque no la ve como hermana, sino como enemiga. Cuando ya la ha hecho suya la desprecia y sigue caminando. Deja atrás la tumba de sus padres sin importarle. Secuestra la vida de sus hijos y tampoco le importa. No le importa la tumba de sus padres ni el patrimonio de sus hijos olvidados. Trata a su madre la tierra y a su padre el firmamento como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas y cuerdas de colores. Su apetito devora la tierra dejando atrás todo un desierto. No lo puedo entender, vuestras ciudades hieren los ojos del hombre PIEL ROJA. Quizá sea porque somos salvajes y no podemos entenderlo. No hay un solo sitio tranquilo en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda escuchar en la primavera el despliegue de las hojas o el rumor de las alas de un insecto. Quizá es que soy un salvaje y no comprendo bien las cosas. El ruido de la ciudad es un insulto para el oído. Y yo me pregunto “¿qué clase de vida tiene el hombre que no es capaz de escuchar el grito solitario de una garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la balsa?.” Soy un piel roja y no lo puedo entender. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de este mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos. Cuando el último piel roja haya desaparecido de esta tierra, cuando no sea más que un recuerdo su sombra, como el de una nube que pasa por una pradera, entonces todavía estas riberas y estos bosques estarán poblados por el espíritu de mi pueblo. Porque nosotros amamos este país como un niño los latidos del corazón de su madre.

Si decidiese aceptar vuestra oferta tendré que poneros una condición: que el hombre blanco considere a los animales de esta tierra como hermanos. Soy salvaje y no comprendo otro modo de vida. Tengo visto millares de búfalos pudriéndose abandonados en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy salvaje y no comprendo cómo una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir. ¿qué puede ser el hombre sin los animales?. Si los animales desapareciesen, el hombre moriría en una gran soledad. Todo lo que le pasa a los animales muy pronto le sucederá también al hombre. Todas las cosas están ligadas. Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurre a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres se escupen en el suelo se escupen a sí mismos. De una cosa estamos bien seguros, la tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. El hombre no tejió la trama de la vida. Él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo quizá seamos hermanos, ya veremos. Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra algún día; nuestro Dios es el mismo Dios. Vosotros podéis pensar ahora que él os pertenece, lo mismo que deseáis que nuestras tierras os pertenezcan. Pero no es así. Él es el Dios por igual de todos los hombres y su compasión alcanza por igual al piel roja y al hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña provocará la ira del Creador. También el hombre blanco se extinguirá, quizá antes que las demás tribus. El hombre no ha tejido la red de la vida. Sólo es uno de esos hilos y está tentando a la desgracia si osa romper esa red. Todo está ligado entre sí como la sangre de una familia. Si ensuciáis vuestro lecho cualquier noche moriréis sofocados por vuestros excrementos. Pero vosotros caminaréis hacia la destrucción rodeados de gloria y esplendor por la fuerza de Dios, que os trajo a esta tierra y que por algún designo especial os dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese designio es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes cocinas con cables parlanchines.

¿Dónde está el bosque espeso?… DESAPARECIÓ.

¿Dónde está el águila? …DESAPARECIÓ.

Así se acaba la vida y sólo nos queda el recurso de intentar sobrevivir.

(...)


Discurso que la delegación iroquesa pronunció en Ginebra en 1977 y que ellos mismos llamaron...
 "Llamada vital a la conciencia".

Este texto, elaborado por TODA la colectividad, es donde los iroqueses describen su forma de organización y sus ideas acerca del mundo occidental. 
La Liga de las Seis Naciones Iroquesas (Séneca, Mohawk, Onondaga, Tuscarora, Oneida y Cayuga) es una confederación voluntaria de naciones que se rige por un pacto de paz aborigen milenario.

Entre sus normas de funcionamiento están las siguientes... 
... Los jefes siempre son varones, pero son escogidos por mujeres: las llamadas "madres de clan".
... Las madres de clan son ancianas o abuelas de cada clan específico. 

Los principios que siguen para la elección de jefes son...
...que los elegidos nunca hayan deseado ser jefes,
...que sean casados y que tengan hijos,
...que conozcan las ceremonias,
...que sean buenos consejeros,
...que nunca hayan cometido crimen de violencia contra mujer o niño,
...que nunca hayan matado a otro hombre.

Cuando se sientan a deliberar asuntos del pueblo, las madres de clan les aconsejan que piensen en el bienestar de por lo menos siete generaciones venideras en sus análisis y en sus leyes.


El sistema de clanes de los iroqueses se basaba en la consanguinidad y en el territorio.

Era de tipo matriarcal, hecho que se reflejaba en la costumbre de que el niño recibía un nombre del clan de la madre. Es muy interesante observar el poder que tenía una mujer en la elección de los jefes. Cuando moría uno de ellos, la madre (la mujer principal del clan, es decir la mujer sensata de más edad, así reconocida), ayudada por otras mujeres pertenecientes a la misma tribu, elegía al hombre que asumiría su nombre y que, por lo tanto, se convertiría en sucesor de la persona fallecida. Normalmente, elegía a un hombre de su linaje (descendiente también del difunto), pero si no había ningún hombre adecuado dentro de su familia, se podía elegir a otro. Por lo tanto, la liga de los iroqueses se expresaba mediante un gobierno compuesto por hombres, pero cada uno de sus miembros era responsable ante las mujeres de su matriarcado, que en realidad se reducía a una sola mujer, "la anciana más sensata”.

Los principios por los que se rigen "no ha sido igualados por ningún otro documento político elaborado hasta la actualidad. Desarrollaron una Ley que reconoce que la jerarquía vertical crea conflictos, y dedicaron la magníficamente compleja organización de su sociedad a prevenir el surgimiento de cualquier jerarquización. (...) Los principios básicos de paz fueron más allá de la ausencia de conflicto. Una sociedad ordenada que tiene la capacidad de proteger a la gente del abuso y que se dedica, al mismo tiempo, a contener la jerarquización, es una sociedad compleja."


Es una declaración que apunta el hecho de que los humanos están abusando unos de otros, que están abusando del planeta y que, más aún, están abusando de sí mismos. Este mensaje identifica al proceso de ese abuso con la Civilización Occidental. 

Lo que se presenta aquí es una Cosmogonía del Mundo Industrializado...

"Nos dijeron los ancianos que algún día llegaría el momento del indio. Decían los grandes que llegaría el momento en el cual el pensamiento, los conocimientos del hombre blanco se fragmentarían, se olvidarían de su lugar en el círculo de lo natural. Tendrían grandes lugares de conocimiento, como las universidades, pero les faltaría comunicación, compenetración; como le hicieron al átomo, su núcleo espiritual explotaría también. Decían los ancianos que vendrían malos tiempos, que las invenciones y la urbanidad artificial dañarían las aguas, los aires, quemarían la tierra. Decían también que en estos tiempos, aún entre los blancos, algunas mentes de buen corazón, de los pocos que no habrían roto la conexión entre el corazón y la mente, empezarían a buscar una respuesta más fundamental. La van a encontrar en lo nuestro, en nuestra idea del mundo. Decían los ancianos que la voz del indio iba a surgir entonces, y que el mundo, por fin, nos iba a escuchar." 
(opinión de un jefe Mohawk sobre el manifiesto de los indios iroqueses, días antes de viajar a Ginebra, en 1977)

“Todo su sistema político era contrario a la concentración de poder en las manos de cualquier persona individual, y proclive al principio de división de poder entre numerosos iguales”


La Liga de las Seis Naciones iroquesas y el debate sobre su aporte al sistema político estadounidense...


martes, 13 de enero de 2015

Las religiones no existen...

Las religiones no existen... 

...no son más que la suma de lo que piensan en un momento concreto de la historia quienes han nacido en un mismo lugar, y que siendo adoctrinados por sus padres, tutores, profesores o la sociedad, o todos juntos, se reconocen como parte de una inducida espiritualidad común institucionalizada.

Mi religión, poder dormir en paz cada día, al acostarme; que mis fines no puedan traicionar a mis principios; respetar a los demás, también a los creyentes; no puedo aceptar el pensamiento dogmático, que me digan una verdad revelada que no sé quién la reveló ni cómo ni por qué; y que jamás el odio se haga un sitio en mis entrañas.

La religión deja de tener sentido si copula con el engranaje de la explotación, se origina en la élite que oprime, fomenta la ignorancia del que nada tiene que perder y profundiza en la ideología de la incompetencia.

"La sandía verde invisible es un Dios de gran energía espiritual. Lo sabemos porque es capaz de ser a la vez verde e invisible. Como todas las religiones, la religión de la sandía verde Invisible se basa en la lógica tanto como en la fe. Tenemos fe en que la sandía es verde; y por la lógica sabemos que es invisible, ya que no podemos verla. Si la ves, crees."

lunes, 12 de enero de 2015

El ser humano ha surgido de múltiples casualidades, y tenemos pocos motivos para suponer que detrás haya algún tipo de sentido.

Los adultos somos los que nombramos cómo son las cosas, por eso, para un niño, lo que decimos, es la verdad absoluta e inamovible...

"Cada ser vivo tiene un nombre propio, que quizás no tenga nada que ver con como nombramos las cosas los humanos."

Cuándo nombramos algo???
Cómo sabemos que no se llama con otro nombre???

"Todo lo que vemos, oímos, olemos, tocamos y creemos saber, recibe un nombre de los seres humanos, y creemos que es realmente tal como lo llamamos."

...cuando escuchamos una palabra, inmediatamente nos representa algo. Podría decirse que los nombres nos hablan.

"Nuestro modo de nombrar las cosas influyen en nuestro modo de percibirlas y en los sentimientos que desencadenan en nosotros. Pues por el sonido de las palabras conformamos significado y sentido."

Y esto acaba chocando con la realidad, porque la búsqueda de ese sentido a todo lo que nos rodea, no es más que una creación de nuestra mente.

"El ser humano ha surgido de múltiples casualidades, y tenemos pocos motivos para suponer que detrás haya algún tipo de sentido."
Cada ser vivo tiene un nombre propio, que quizás no tenga nada que ver con como nombramos las cosas los humanos... cuándo nombramos algo, cómo sabemos que no se llama con otro nombre?
Cuando escuchamos una palabra inmediatamente nos representa algo, podría decirse que los nombres nos hablan.
"Nuestro modo de nombrar las cosas influye en nuestro modo de percibirlas y en los sentimientos que desencadenan en nosotros, pues por el sonido de las palabras conformamos significado y sentido."

Sabemos que somos diferentes a los demás, si no existieran otros tampoco sabríamos que además somos completamente especiales, pues nuestro "yo" surge por comparación.

"Cuando tomamos decisiones morales actuamos muy a menudo sin ninguna lógica. Son mas bien nuestros sentimientos los que toman nuestras decisiones sobre qué consideramos correcto o incorrecto en el trato con otras personas."

No se puede calcular la pena y la alegría como si fuesen un problema de aritmética. El valor de la vida de una persona no puede medirse por lo útil que esta sea.

Es muy difícil Robar, mirándote a un espejo. Te recuerda quien eres, y lo que estás haciendo. Siempre se compara uno con los demás, por eso, no parece tan grave, hacer algo malo que también hacen los demás. A casi todas las personas les gusta ser buenas (exceptuando psicópatas), aunque a menudo no sean en absoluto tan buenas como ellas mismas creen. Precisamente porque evitan pensar en lo que hacen, en las consecuencias de sus actos, y porque, precisamente al compararse con este o con aquel piensan...
...no soy tan malo.

Las personas tenemos una imagen de nosotros mismos e intentamos vivir de modo que nuestra imagen no sufra merma.

AUTOR: Precht, Richard David
TÍTULO: ¿Por qué hay todo y no nada? : un paseo por la filosofía / Richard David Precht ; traducción del alemán de Isidoro Reguera
PUBLICACIÓN: Madrid : Siruela, 2013


lunes, 5 de enero de 2015

Solo poseemos aquello que no podemos perder en un naufragio...

"Solo poseemos aquello que no podemos perder en un naufragio" 
-Proverbio hindú-
Cuenta una historia que un viajero había llegado a las afueras de una aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto, llegó corriendo un joven que, entusiasmado, le gritó...
 "¡Dame la piedra preciosa!"
 El viajero lo miró desconcertado y le preguntó...
 "Lo siento, pero no sé de qué me hablas". 
Más calmado, el aldeano se sentó a su vera...
 "Ayer por la noche una voz me habló en sueños", le confesó. "Y me aseguró que si al anochecer venía a las afueras de la aldea, encontraría a un viajero que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre".

El viajero rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra del tamaño de un puño... 
"Probablemente se refería a ésta. Me pareció bonita y por eso la cogí. Tómala, ahora es tuya", 
dijo, mientras se la entregaba al joven. ¡Era un diamante! El aldeano, eufórico, lo cogió y regresó a su casa dando saltos de alegría.

Mientras el viajero dormía plácidamente bajo el cielo estrellado, el joven no podía pegar ojo. El miedo a que le robaran su tesoro le había quitado el sueño y pasó toda la noche en vela. Al amanecer, fue de nuevo corriendo en busca de aquel viajero. Nada más verlo, le devolvió el diamante. Y muy seriamente, le suplicó...
 "Por favor, enséñame a conseguir la riqueza que te permite desprenderte de este diamante con tanta facilidad".

 La realidad, por muy dura que sea, es que solo poseemos lo que no podemos perder en un naufragio, y es a nosotros mismos. Por eso creo que debemos dejar de creer que necesitamos tantas y tantas cosas, asumir que nacimos y morimos desnudos, que nada material nos llevamos, que sólo quedarán los recuerdos de las personas que nos conocieron y siempre será así, pero que en el espacio de transición entre esas dos cosas, nacimiento y muerte, podemos disfrutar tanto de estar acompañados como de nuestra necesaria soledad.