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miércoles, 17 de junio de 2015

Lucha de clases... Noam Chomsky.

La operación tiene sentido, puesto que cuando vas a robar a alguien no deseas que centre su atención en los asuntos económicos. El programa actual es este...
...robar a la población para hacer más ricos a los que ya lo son.

Para llevar a cabo la política social que realmente les interesa, distribuir los recursos a los ricos aún más que antes y reducir el nivel de vida del grueso de la población, marginándola más que antes, se necesita algún tipo de apoyo popular. Tienes que movilizar algún tipo de apoyo para lo que estás haciendo. No puedes conseguirlo sobre los asuntos sociales y los económicos. Por lo tanto, te centrarás en lo que ellos denominan "asuntos culturales". 

(actualmente es España... Futbol, Tweets, Religión, Toros...)

Se intenta movilizar a la población a partir de algo diferente.

Las élites u oligarquías económicas (quienes realmente deciden en el mundo globalizado en el que vivimos) se sienten tan seguros de su poder, que aceptan expresiones antes vetadas como "lucha de clases" y "conflicto entre clases" siempre y cuando la clase dirigente se identifique con la población que se adhiere a estos valores liberales y contraculturales.

Si te acercas a la verdadera y genuina clase dirigente, a aquellas personas que poseen, invierten y especulan, y a los altos cargos y al resto de ellos, verás que todos generalmente comparten estos valores denominados "liberales".

Existía una especie de contrato social, que creo que piensan que pueden hacer retroceder y volver atrás, a los días de las fábricas satánicas, en las que creen tener armas suficientes contra la población, que pueden destruir los derechos humanos, eliminar el curso de la democracia, excepto en la vía puramente formal, trasladar el poder a las manos de innumerables instituciones absolutistas (FMI, BCE, Reserva Federal, comisión trilateral...) que dirigirían el mundo según sus propios intereses, sin tener en cuenta a nadie más, aumentar el poder privado y eliminar los derechos de los trabajadores, los derechos políticos, el derecho al sustento, es decir, destruirlo absolutamente todo. Eliminar lo que solía llamarse el derecho a la vida. (o estado de bienestar)

Lo que quieren es un estado del bienestar poderoso, que les proporcione a ellos los recursos y la protección... tenemos un estado del bienestar poderoso dedicado a la protección de un sector reducido de la población. Y en cuanto al resto, los que son necesarios para hacer el trabajo sucio (políticos, directores de banco, directores de grandes periódicos y mass media...) basta con pagarles una miseria y, si no quieren hacerlo, ya buscaremos a otro. Una gran parte de la población, sencillamente, sobra; no los necesitan para nada.

Es una situación en la que se produce un incremento progresivo de la desigualdad, al que sigue, literalmente, una reducción absoluta del nivel de vida de la mayoría de la población... la cual, es consciente de que las cosas van mal, pero no posee una manera constructiva de responder.

Todo el mundo ha leído el primer párrafo de La riqueza de las naciones (aqui creo que exagera, pocas personas conozco que hayan empezado ese libro) de Adam Smith,(considerado el padre del liberalismo económico, aunque erróneamente) en el que habla sobre lo maravillosa que es la división de trabajo. Pero no muchas personas llegan al punto, unos cientos de páginas después, en el que afirma que la división del trabajo destruirá a los seres humanos, y los convertirá en unas criaturas tan estúpidas e ignorantes como pueda llegar a serlo un ser humano. Y por ello, en cualquier sociedad civilizada, el gobierno deberá tomar ciertas medidas para impedir que la división del trabajo llegue a estos límites.
(creo firmemente, que no se ha logrado, los políticos tanto nacionales como supranacionales, han sucumbido al poder de esta clase dominante tan fuerte, y ahora sirven a sus intereses, creyéndose parte de esa élite, sin darse cuenta de que son peones fácilmente prescindibles en cuanto dejen de servir a los intereses de sus amos.)

Los fundadores del liberalismo clásico, personas como Adam Smith y Wilhelm von Humboldt, que es una de sus grandes Figuras, y quien inspiró a John Stuart Mill, fueron lo que llamaríamos socialistas libertarios...
...Humboldt afirma que cualquier sistema socioeconómico decente debe basarse en la creencia de que las personas tienen libertad para investigar y crear en asociación libre con otros, pero, ciertamente, no bajo el tipo de restricciones externas que más tarde se llamó capitalismo.

Lo mismo ocurre cuando lees a Jefferson. Vivió medio siglo después, por lo que vio desarrollarse el capitalismo, al que, desde luego, despreciaba. Según él, el capitalismo conduciría a una forma de absolutismo peor que del que nos defendíamos.

La otra cara de la historia es el desarrollo de la empresa, que en sí misma constituye una historia interesante. Adam Smith no habló mucho de ella, sin embargo sí que criticó sus primeras etapas. Jefferson vivió lo suficiente para ver sus inicios, y se opuso a ellos con dureza. Sin embargo, el desarrollo de la empresa, de hecho, tuvo lugar a principios del siglo xx y muy a finales del siglo xix. Originalmente, las empresas funcionaban como una forma de servicio público. Se reunían personas para construir un puente y las contrataban para llevar a cabo tal objetivo por el estado. Construían el puente y eso era todo. Se suponía que la empresa realizaba una función de interés público. Bien entrada la década de 1870, se suprimieron las prerrogativas empresariales, concedidas por el estado. No tenían ninguna otra autoridad, se convirtieron en ficciones. Suprimieron tales prerrogativas porque no cumplían una función pública. Sin embargo, en ese momento, a finales del siglo xix, entramos de lleno en la época de los trusts, en la que empezaron a llevarse a cabo diversos esfuerzos para consolidar el poder. Resulta interesante estudiar los escritos de la época. De hecho, los tribunales no lo aceptaron. Había diversos dictámenes al respecto. No fue hasta principios del siglo xx que los tribunales y los hombres de leyes diseñaron un nuevo sistema socioeconómico. Nunca antes se había legislado. En su mayor parte fue realizado por los tribunales y los hombres de leyes a través del poder que éstos ejercían sobre cada uno de los estados. Nueva Jersey fue el primer estado que reconoció algún derecho de los que reclamaban las empresas. Naturalmente, todo el capital de la región empezó a fluir súbitamente hacia Nueva Jersey, por razones evidentes. Poco después, los demás estados tuvieron que hacer lo mismo, simplemente para defenderse a sí mismos y no ser destruidos. Se traía de una especie de globalización a pequeña escala. Entonces los tribunales y los hombres de leyes crearon un cuerpo doctrinal completo que otorgó una autoridad y un poder a las empresas que hasta aquel momento nunca habían tenido. Si analizas el contexto de todo este proceso, verás que es el mismo que condujo al fascismo y al bolchevismo. Gran parte tenía el apoyo de aquellas personas llamadas progresistas, por las siguientes razones: porque los derechos individuales han desaparecido, decían, porque nos encontramos en un momento de corporativización del poder, de su consolidación, de su centralización. Y esto se suponía que era un hecho positivo si eras una persona progresista, o un marxistaleninista. Del mismo contexto surgieron tres movimientos importantes: el fascismo, el bolchevismo y la tiranía de la empresa. Todos ellos nacieron, más o menos, de la misma raíz hegeliana. Se trata de un fenómeno reciente. Pensamos en la empresa como en algo inmutable, pero fue planeada. Es algo diseñado de manera consciente que funcionaba tal como dijo Adam Smith: los arquitectos más importantes de la política consolidan el poder estatal y lo utilizan en función de sus intereses. No era, ciertamente, el fruto de la voluntad popular, sino, básicamente, de decisiones tomadas por los tribunales y los hombres de leyes que dieron lugar a una forma de tiranía privada que está mucho más extendida hoy, en muchos sentidos, de lo que nunca estuvo cualquier tiranía. Estos son los momentos más importantes de la historia moderna del siglo XX. Los liberales tradicionales se horrorizarían. Nunca hubieran imaginado algo semejante. Sin embargo, lo poco que llegaron a ver, ya los horrorizó. Algo como esto hubiera escandalizado a Adam Smith o a Jefferson o a cualquiera de ellos.

 lo que describes como preguntas necias habitualmente me sorprenden por tratarse de preguntas perfectamente honestas. Las personas no tienen ningún motivo para creer en algo distinto de lo que están diciendo. Si analizas la procedencia del que pregunta, la educación que ha recibido, la pregunta resulta ser muy racional e inteligente.

Lo que hay que hacer es ayudar a estas personas a salir de su confinamiento intelectual, que no es accidental, como ya he dicho. Se hacen grandes esfuerzos para que las personas sean, para tomar prestada la frase de Adam Smith, «tan estúpidas e ignorantes como pueda llegar a serlo un ser humano». Gran parte del sistema educativo está diseñado para cumplir con ese objetivo, si piensas en ello; está diseñado para conseguir la obediencia y la pasividad. Desde la infancia, gran parte de él está diseñado para impedir que las personas sean independientes y creativas. Si posees una mente independiente probablemente tengas problemas muy pronto en la escuela. No es este el rasgo que se prefiere o se cultiva. Cuando la población vive en medio de todo esto, a lo que hay que añadir la propaganda empresarial, la televisión, la prensa y toda la masa de información, todo ese diluvio de distorsión ideológica, sus preguntas pueden parecer necias desde otro punta de vista, pero desde el suyo son completamente razonables.

John Dewey dijo, «el objetivo de la producción os formar personas libres», sostenía que la democracia necesita que se disuelva el poder privado. Dewey afirmaba que mientras exista un control sobre el sistema económico, hablar de democracia era una farsa. Su idea principal era que ni siquiera puede hablarse de democracia hasta que no exista un control democrático de la industria, el comercio, la banca, de todo, es decir, un control ejercido por las personas que trabajan en las instituciones y en las comunidades.

"la educación no debería verse como algo parecido a llenar de agua un vaso, -decía Bertrand Russell- sino más bien como ayudar a una flor a crecer por sí misma."

Humboldt, el fundador del liberalismo clásico, era de la opinión que !a educación consiste en trazar una directriz en la que el niño va a desarrollarse, pero por sí mismo. Puedes guiarlo.

Pero, en su mayor parte, el sistema educativo funciona de manera muy distinta. La educación de masas fue diseñada para convertir a los granjeros independientes en herramientas de producción dóciles y pasivas. Este era su objetivo fundamental. Y no creas que la población no estaba enterada. Lo sabía y luchaba contra ello. Había mucha resistencia a la educación de masas precisamente por este motivo. También las élites lo sabían. Emerson dijo algo en una ocasión acerca de la manera de educarlos para mantenerlos alejados de nuestras gargantas. Si no los educamos, según lo que nosotros consideramos «educación», ellos tomarían el control; y «ellos» son lo que Alexander Hamilton llamó la «gran bestia», es decir, el pueblo. El avance de la opinión antidemocrática dentro de lo que solemos llamar sociedades democráticas es realmente feroz. Y por buenas razones, puesto que cuanta más libertad posee una sociedad, más peligrosa se convierte la «gran bestia» y mayor es el cuidado que hay que tener para enjaularla de alguna manera.

A medida que crece la libertad, la necesidad de coaccionar y de controlar la opinión también aumenta para evitar que la «gran bestia» haga uso de esa libertad.

Sam Bowles y Herb Gintis, dos economistas, en su trabajo sobre el sistema educativo norteamericano de hace algunos años. Estos autores afirman que el sistema educativo está dividido en partes. La que está dirigida a los trabajadores y a la población en general está efectivamente diseñada para imponer la obediencia. Sin embargo, la educación de las élites no puede ser igual, tiene que permitir la creatividad y la independencia pues, de otro modo, no serían capaces de llevar a cabo su tarea de ganar dinero. 

el New York Times o el Washington Post. Cumplen dos funciones, y son contradictorias. Una es la de dominar a la gran bestia, pero la otra es permitir a sus lectores, un público de élite, hacerse una idea realista de lo que ocurre en el mundo. De otro modo no serían capaces de satisfacer sus propias necesidades.

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Párrafos extraídos del libro "Lucha de Clases" de Noam Chomsky
En paréntesis y cursiva, mis propias opiniones.
ver entrevista completa aquí...

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