"Batallitas...
¡Cuánto descubro sobre mí mismo -y sobre los 'mí mismos' de todos ustedes- en amena charla con el profesor Conway! Ya no volveré a decir que alguien tiene mala o buena memoria según su fidelidad a los hechos. Porque nuestra memoria no ha evolucionado para ser una mera caja negra de los datos de nuestra existencia, sino para dar coherencia a nuestra identidad en coherencia con la idea que nos formamos de nosotros mismos. Tenemos recuerdos -más o menos ciertos- para construir nuestro yo y desde él poder cooperar con los demás. Por eso a los mayores les encanta contar batallitas, aunque en el fondo no gocen tanto al contarnos su vida como al recontársela a su manera."
Recuerda: Tus pensamientos crean tu realidad y no al revés...
Tu memoria no es una sucesión de hechos objetiva de lo que te ha acontecido a lo largo de la vida, si no una sucesión de recuerdos que según los evocas, cambian, mutan, se transforman, tienen vida por sí mismos y los adaptas para seguir creando ese "YO IDEAL" que todoS buscamos; al que tendemos, por eso, contamos las cosas como creemos que pasaron, y no porque mintamos, sino porque realmente así las recordamos, aunque hayan ocurrido de otra manera...
Aquí queda un extracto de una entrevista a..
Martin A. Conway, investiga la memoria; ha sido profesor en la UIMP Barcelona.
(Tengo 60 años y empiezo a lograr un nivel óptimo para mi bienestar al usar mi memoria: su fidelidad a los hechos es cada vez más irrelevante.)
"¿Hay algún modo de distinguir en un recuerdo lo real de lo imaginado?
No, porque la verdadera función de la memoria no consiste en recordar lo real.
No, porque la verdadera función de la memoria no consiste en recordar lo real.
Entonces, ¿para qué nos sirve?
Para darnos identidad y construir nuestro yo. Si el recuerdo es real o no es secundario."
Para darnos identidad y construir nuestro yo. Si el recuerdo es real o no es secundario."
"¿Cuándo empezamos a tener yo?
A los 24 meses sucede algo en nuestro cerebro que nos permite empezar a reconocernos como yo en el espejo. Así arranca el proceso que nos permitirá distinguir entre el yo sujeto y el mí objeto, Y llegamos a distinguirnos poco a poco en el Yo muerdo, pero también en el A mí me mordían."
A los 24 meses sucede algo en nuestro cerebro que nos permite empezar a reconocernos como yo en el espejo. Así arranca el proceso que nos permitirá distinguir entre el yo sujeto y el mí objeto, Y llegamos a distinguirnos poco a poco en el Yo muerdo, pero también en el A mí me mordían."
"Es verdad! ¿Y por qué?
Está relacionado con el momento de aprendizaje de las palabras. Porque la palabra es la llave del recuerdo. Le diré una palabra y dígame qué le sugiere: Restaurante. ¡Pero no se lo piense! Diga lo que se le ocurra...¡Ya!
¿Restaurante? Me dormí en una cena.
Si puede evocarlo es porque conoce la palabra restaurante. Un niño no recuerda algo hasta que aprende la palabra llave con la que clasifica ese recuerdo. Antes también almacena recuerdos, pero no podrá evocarlos hasta que no aprenda su palabra llave.
Sólo puedes evocar haber ido en bici desde el día que aprendes a decir bici.
Por mucho que antes ya fueras en bici.
¿Por qué contamos nuestra vida?
Porque disfrutamos contándola: la naturaleza nos gratifica con oxitocinas cuando explicamos -y nos explicamos otra vez- nuestra vida a alguien y de ese modo también haremos que los demás nos cuenten la suya. Es una estrategia de cooperación."
Está relacionado con el momento de aprendizaje de las palabras. Porque la palabra es la llave del recuerdo. Le diré una palabra y dígame qué le sugiere: Restaurante. ¡Pero no se lo piense! Diga lo que se le ocurra...¡Ya!
¿Restaurante? Me dormí en una cena.
Si puede evocarlo es porque conoce la palabra restaurante. Un niño no recuerda algo hasta que aprende la palabra llave con la que clasifica ese recuerdo. Antes también almacena recuerdos, pero no podrá evocarlos hasta que no aprenda su palabra llave.
Sólo puedes evocar haber ido en bici desde el día que aprendes a decir bici.
Por mucho que antes ya fueras en bici.
¿Por qué contamos nuestra vida?
Porque disfrutamos contándola: la naturaleza nos gratifica con oxitocinas cuando explicamos -y nos explicamos otra vez- nuestra vida a alguien y de ese modo también haremos que los demás nos cuenten la suya. Es una estrategia de cooperación."
Me encanta tu blog! Felicidades!
ResponderEliminarmuchas gracias...
ResponderEliminarEspero que te haya servido para algo.
un abrazo y una sonrisa.