La historia tiene mucho que enseñarnos...
"Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios,el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que los gobiernos establecidos hace mucho tiempo no se cambien por motivos leves y transitorios; y, de acuerdo con esto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia mediante la abolición de las formas a las que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, que persigue invariablemente el mismo objetivo, evidencia el designio de someterlos bajo un despotismo absoluto, es el derecho de ellos, es el deber de ellos, derrocar ese gobierno y proveer nuevas salvaguardas para su futura seguridad."
4 de Julio de 1776.
Thomas Jefferson estimaba que ninguna constitución debía tener una vigencia de más de diecinueve años, puesto que en ese periodo ya había crecido una nueva generación que no había participado en su aprobación y habían muerto parte de los que sí y el mundo, enfatizaba, es de los vivos.
ResponderEliminarNada parecía preocupar más a Jefferson en concreto que la educación: «Ilústrese al pueblo en general, y la tiranía y la opresión del cuerpo y el espíritu se desvanecerán como los fantasmas al alborear el día».
Pero más importante aún que la educación universitaria para unos pocos, creía fundamental la educación primaria y secundaria para todos «porque es más seguro tener a todo un pueblo respetablemente ilustrado que a unos pocos en un elevado nivel científico y a muchos en la ignorancia. Esta última es la situación más peligrosa en que puede encontrarse una nación».
Consideraba que todo el mundo debía tener acceso a la educación, por pobre que fuera, para que el país se conformase como una aristocracia basada en el talento y no en la herencia, por lo que se mostró siempre como un ferviente defensor de la educación pública laica. Siempre fue tajante respecto a sacar la religión de las escuelas.